Expertos advierten que la atención sostenida se está perdiendo y que en el futuro, incluso tareas simples como leer un texto podrían volverse un reto.
La distracción se ha convertido en una realidad debido al entorno digital que dispersa la atención del ser humano. Mientras intentamos hacer tareas y simultáneamente respondiendo mensajes, revisando redes sociales y viendo videos, eso termina siendo agotador.
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El cerebro se adapta a exceso de estímulos priorizando la gratificación inmediata. Evalúa si un estímulo es interesante para dedicarle tiempo o simplemente, y si no hay una recompensa rápida entonces pasa al siguiente.
El problema empieza cuando esta búsqueda de ratificación rápida se convierte en algo repetitivo, lo que dificulta la concentración en actividades cotidianas sin recurrir al teléfono, es decir, no se disfruta de una comida o una película sin interrupciones digitales.
Según la universidad de Oxford: “La capacidad de atención se está reduciendo. Un ejemplo claro es el hecho de que muchas personas ya no pueden ver una película completa, prefiriendo videos cortos en redes sociales, que ofrecen una emoción similar en menos tiempo. Esta impaciencia ante el contenido largo se refleja en que casi el 50% de usuarios encuestados por TikTok consideraron estresantes los videos de más de un minuto.”
De igual manera, el psiquiatra Pablo Toro aseguró que el cerebro es plástico y que cualquier función cognitiva que no se utilice como la atención sostenida, se va perdiendo gradualmente. Por ende, los videos cortos entretienen y generan dopamina y no requieren esta atención, por eso es que en el futuro la falta de uso de esta habilidad podría dificultar incluso tareas sencillas como leer un titular.


