Ahora este balneario permanece más limpio a la espera que los visitantes lo disfruten con mayor responsabilidad.
El sol apenas despuntaba cuando los primeros voluntarios llegaron con guantes y bolsas en mano. En la arena, entre las piedras y en la desembocadura del río Manzanares, los residuos parecían haberse convertido en parte del paisaje: botellas de plástico, colillas de cigarrillos, trozos de icopor, latas oxidadas y hasta partes de neveras y llantas de vehículos. Pero ese viernes 21 de marzo, Santa Marta decidió cambiar la historia.
Más de 500 personas se sumaron a la primera Playatón del año, una jornada de limpieza organizada por ESSMAR E.S.P. en el marco del Día Mundial del Agua. Pescadores, comerciantes, estudiantes, ambientalistas y líderes sociales trabajaron codo a codo con entidades del sector público y privado. ¿El resultado? 1.5 toneladas de desechos menos contaminando el ecosistema costero.
Rescatar la playa, un grano de arena a la vez
El zumbido de las olas se mezclaba con el sonido de las bolsas llenándose y las voces de los voluntarios. Algunos, sorprendidos, sacaban objetos impensables de la arena. “Encontramos desde botellas hasta partes de neveras… Es increíble la cantidad de basura que llega aquí”, comentaba un joven de la Universidad del Magdalena mientras depositaba escombros en un contenedor.
Andrés Felipe Maya, subgerente de Operaciones de ESSMAR, observaba con satisfacción la escena y reafirmaba el propósito de la jornada: “La idea es devolverle un granito de arena a nuestro entorno, por un ambiente sano y sostenible. Sabemos que, con la ayuda de todos, podemos hacer la diferencia”.
Un esfuerzo colectivo por Santa Marta
La jornada no solo incluyó la limpieza terrestre y submarina, sino también la oxigenación de la playa y la caracterización de los residuos. Empresas, cooperativas de recicladores y fundaciones trabajaron en la recolección y clasificación del material recuperado, dando un paso más allá en la cultura del reciclaje.
Al final del día, la Playa de Los Cocos lucía diferente. Con cada bolsa de basura retirada, con cada colilla menos en la arena, Santa Marta respiró un poco mejor. La Playatón 2025 no solo dejó una playa más limpia, sino una comunidad más consciente del poder de la acción colectiva.

