Un grupo de amigos intenta recolectar el dinero para darle cristiana sepultura.
Con el corazón arrugado, así se encuentran los prestadores de servicio turístico de El Rodadero, tras el fallecimiento de Álvaro González Rivera, un adulto mayor que laboraba en el sector como cuidador de carros.
Hasta hace muy poco, sus amigos del sector lograron conocer que el hombre habría perdido la vida de forma natural hace varios días, pero que no ha podido ser sepultado por distintas razones.
Una de ellas, es que el anciano siempre aseguró que no tenía familia. Por consiguiente, su cuerpo permanece en la Morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Santa Marta.
Ante esta situación, quienes eran sus compañeros y habituales clientes de El Rodadero, decidieron ser ellos quienes le dieran el último adiós, por lo que iniciaron una campaña de recolección de fondo para los gastos fúnebres.
“Álvaro era una persona querida por todos, llena de amor, bondad y un sinfín de cualidades, que hoy nos lleva a querer darle una despedida como la merecía”, manifestó una prestadora de servicio turístico.
Quien esté dispuesto a ayudar a este grupo de personas con los gastos fúnebres, puede comunicarse al 3045477138.