Andrés García Castaño deberá responder por cargos por hurto a medios informáticos, abuso de confianza y suplantación de sitio web, tras presuntamente intentar quedarse con una página de Facebook con más de 250 mil seguidores.
Un periodista en Santa Marta está en el centro de una investigación penal tras ser señalado de intentar apropiarse ilegalmente de una página digital de gran alcance en la ciudad. Se trata de Andrés García Castaño, comunicador social que fue denunciado ante la Fiscalía por su presunta participación en el hackeo de un medio de comunicación con una gran cantidad de seguidores en Facebook.

La acusación indica que García, con la colaboración de un experto en redes identificado como Leonardo Redondo Hernández, logró con engaños acceder al perfil de la ex pareja del propietario del medio, quien aún tenía permisos administrativos. Bajo el argumento de realizar mejoras técnicas y automatización de procesos, convencieron a la mujer de permitirles el acceso. Una vez dentro, Redondo se autoproclamó administrador principal y removió a los propietarios legítimos.

El ataque digital, según el denunciante, estuvo cuidadosamente planeado. Fue Facebook, mediante sus canales de soporte, quien entregó información clave sobre los movimientos sospechosos dentro de la plataforma, lo que permitió descubrir quiénes estaban detrás del intento de suplantación. A pesar de que Redondo reconoció tener la página en su poder y devolvió el control, el caso no terminó allí.
El propietario del medio, quien hasta hace poco mantenía una relación cercana con García, aseguró que esta no es la primera situación problemática con el periodista. Meses atrás, ya habían tenido inconvenientes por una deuda económica de alto valor que este y su padre se han negado a pagar desde hace meses, a pesar de múltiples compromisos de pago. El monto supera los seis millones de pesos, suma que incluye un préstamo y el respaldo como fiador ante otro prestamista.
El último pago fue de 900 mil pesos y de ahí en adelante no quiso responder por el pago ni llegar a un acuerdo del mismo.
En lugar de buscar una conciliación, García interpuso una denuncia por constreñimiento ilegal en contra del acreedor, lo que, según la víctima, fue una estrategia para evadir la deuda. Al no obtener una solución por la vía legal, el afectado acudió a la Casa de Justicia para intentar una conciliación directa, pero García nunca se presentó a las citaciones.

“El medio digital no solo es mi trabajo, es el sustento de mi familia. Jamás pensé que una persona tan cercana a mí intentaría quitármelo”, expresó el denunciante, quien ahora confía en que la Fiscalía actúe frente a lo que considera un ataque deliberado, tanto económico como personal.
Con chats, pruebas técnicas y denuncias en mano, la víctima espera que el proceso judicial avance y permita cerrar un capítulo que describe como “abuso, difamación y violencia pasiva”.
