Largas filas, problemas de stock y críticas a la organización han marcado la promoción de vasos y platos de la marca en la ciudad.
El cobro por guardar puestos en las filas, la deshonestidad a la hora de reclamar productos de otras personas y el desorden en la entrega de los mismos; es el resumen de lo que ha sido la jornada de entrega de vasos de CocaCola en Santa Marta.
La colección exclusiva de vasos y platos, ha causado un verdadero revuelo entre los consumidores samarios y esto ha generado discusiones entre los que se forman para recibir su anhelado premio.
El punto de intercambio de tapas en el Centro Comercial Buenavista se ha convertido en el epicentro de aglomeraciones masivas, generando caos, quejas y desabastecimiento de los codiciados productos.
En varias ciudades de la región Caribe, cientos de personas han protagonizado extensas filas para hacerse con estos artículos.
En Santa Marta, la promoción ha atraído a una gran cantidad de ciudadanos, quienes desde tempranas horas se congregan en los puntos de canje, formando largas filas bajo el sofocante calor de la región.
Este viernes se conoció el alternado de dos mujeres contra un hombre, al parecer porque este estaría cobrando por guardar puestos y hacer la fila para reclamar los productos; sin embargo a la hora de cumplir con la entrega de los coleccionables, habría hecho la diligencia incompleta.
Al parecer no entregó la totalidad de los elementos de mercadeo y eso generó molestias entre las damas.
La confrontación llegó incluso a empujones entre las partes y todo tipo de improperios.
A pesar de la emoción inicial por obtener los exclusivos vasos y platos, la poca disponibilidad de los artículos y la falta de organización en los puntos de canje han causado malestar.
Muchos consumidores han señalado que en algunos supermercados no se habilitaron suficientes cajas para atender la alta demanda, lo que ha prolongado las esperas y dejado a muchos sin los productos.
Apolinar Enamorado Martínez, uno de los que hizo la fila en Santa Marta, manifestó que “Después de esperar tanto tiempo, me dijeron que ya no había más platos, fue una pérdida de tiempo”.