La menor logró escapar con una cuerda al cuello tras horas de cautiverio. Su padrastro, líder religioso de la zona, fue capturado por la comunidad cuando huía. En la finca habría una fosa donde posteriormente pensaba enterrar a la niña.
Un caso de horror ha estremecido al país. Se trata del secuestro y tortura de una menor de 13 años en la vereda San Andrés, jurisdicción rural de Chinchiná, Caldas, a manos de quien debía protegerla: su padrastro, un reconocido pastor cristiano y comerciante de la zona.
Según revelaron las autoridades, el hombre habría aprovechado su posición de confianza como líder espiritual para mantener cautiva a la niña dentro de una finca de su propiedad, donde la sometió a tratos crueles e inhumanos durante horas.
La menor, en un acto de valentía, logró soltarse de las ataduras que la mantenían inmovilizada. Con una cuerda aún amarrada al cuello, corrió por caminos de tierra pidiendo ayuda. Su agresor, al notar que huía, la siguió con la intención de recapturarla.
Un campesino que pasaba por el lugar presenció la escena y no dudó en intervenir. Con machete en mano, enfrentó al hombre, quien entonces huyó en su vehículo.
La persecución continuó. El vehículo quedó atrapado en una cuneta, y el hombre se internó a pie en una zona boscosa entre Chinchiná y Santa Rosa. Pero la comunidad, con el apoyo de drones del cuerpo de Bomberos, logró ubicarlo en el sector de La Gorgona.
“El agresor no solo era el padrastro de la víctima, sino un hombre que tenía influencia en la comunidad. Eso agrava la traición y la magnitud del daño causado”, dijo una fuente cercana.
Pero el espanto no terminó ahí. Al inspeccionar la finca donde la niña estuvo secuestrada, vecinos y autoridades hallaron una fosa recién cavada en el patio. Todo indica que el hombre tenía la intención de asesinarla y enterrar su cuerpo para ocultar el crimen.
Los cargos que se le imputarán al capturado incluyen secuestro, tortura, abuso sexual y tentativa de homicidio, y no se descarta que se le agreguen otros con base en las pruebas forenses que aún se recogen en el lugar de los hechos.
