Como una “verdadera algarabía”, califican la contaminación auditiva que generan, desde hace más de una semana, impulsadores publicitarios desde el almacén Zúñiga Vives, en pleno centro de Santa Marta.
Según las denuncias de comerciantes y funcionarios de oficinas colindantes con el almacén Zúñiga Vives, ubicado ente las calles 22 y 23 con carrera 6 (sexta), el ruido es insoportable y está violando las normas auditivas.
Según Ronald Lara, trabajador del sector privado en una de las oficinas cercanas, claramente está violando los decibeles permitidos, por eso solicitan al Dadsa intervenir de inmediato con acciones como el comparendo ambiental.
“El almacén en lugar de atraer a la gente lo que hace es molestar, el volumen es muy alto y se escucha en las oficinas cercanas, no deja trabajar. Es tan insoportable que hasta el locutor o impulsador se pone a cantar como borracho”, afirmó el trabajador.
Otro vecino de la zona asegura que el ruido es tan fuerte, que en los mismos juzgados, ubicados en el edificio Benavides Macea, se escuchan los cantos del locutor.
“Ya le hemos llamado la atención al locutor cantante por el alto volumen, pero ya son muchos días en este sirirí”, manifestó otro trabajador del sector.
La comunidad que labora en la zona, pide a las autoridades hacer presencia y si es necesario sancionar con el comparendo ambiental al almacén.