La Organización también dijo que es muy poco probable que ómicron sea la última variante de la que se oiga hablar.
La variante ómicron de la covid-19 está matando a personas en el mundo y por ello, no debería de ser calificada como “leve”, afirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que el alto número de casos causados por ómicron, más contagiosa que la anterior variante delta, ha causado presión en los hospitales.
“Aunque ómicron parece ser menos grave en comparación con delta, especialmente para las personas vacunadas, no significa que deba clasificarse como leve”, dijo el director de la OMS en una conferencia de prensa.
“Al igual que las variantes anteriores, ómicron causa hospitalizaciones y está matando a personas”, insistió, agregando que el aumento exponencial de los contagios “está desbordando los sistemas sanitarios de todo el mundo”.
La semana pasada se notificaron a la OMS unos 9,5 millones de nuevos contagios por covid-19, un récord. La cifra aumentó un 71% respecto a la semana anterior.
También aprovechó su primer discurso de 2022 para criticar el modo en que los países ricos acapararon las dosis de vacunas disponibles el año pasado, afirmando que se había creado el caldo de cultivo perfecto para la aparición de variantes del virus.
Es “muy poco probable que ómicron sea la última variante de la que se oiga hablar, no será la última variante preocupante”, advirtió por su parte la directora técnica encargada del covid-19 de la OMS, Maria Van Kerkhove.
El objetivo de la OMS era que todos los países tuvieran el 10% de su población vacunada para finales de septiembre de 2021 y el 40% para finales de diciembre.
De los 194 Estados miembros de la OMS, 92 no alcanzaron el objetivo fijado y, de hecho, 36 de ellos ni siquiera habían vacunado el 10% de su población, en gran parte debido a la imposibilidad de acceder a las dosis.
“La desigualdad en el acceso a las vacunas mata a personas y puestos de trabajo y socava la recuperación económica mundial”, insistió el jefe de la OMS.
“Una dosis de refuerzo tras otra en un pequeño número de países no acabará con una pandemia mientras miles de millones siguen completamente desprotegidos”, denunció