Este espacio comercial, considerado el corazón económico de la ciudad, reúne a cientos de vendedores y compradores cada día, convirtiéndose en un punto clave para el abastecimiento de miles de familias samarias.
La Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar), que actualmente está bajo intervención, enfrenta nuevas críticas tras un rebosamiento de aguas servidas en el centro de abastos de la ciudad. La situación ha generado graves riesgos sanitarios, pues los líquidos contaminan el área donde se manipulan alimentos que abastecen a la capital del Magdalena.
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Comerciantes y transeúntes denuncian que los fuertes olores son insoportables y han ocasionado vómitos y diarrea en algunas personas. Pese a los recientes trabajos realizados con los carros Vector para extraer las aguas residuales, la comunidad asegura que las soluciones no han sido suficientes para controlar el problema.

“Es inhumano tener que vender y comprar comida en estas condiciones. Nadie nos da una respuesta clara”, expresaron algunos moradores, quienes han optado por interponer denuncias y demandas ante la Superintendencia de Servicios Públicos por el mal funcionamiento del sistema.
Hasta el momento, la Essmar no ha entregado declaraciones oficiales. Sin embargo, se espera que en los próximos días la entidad informe los trabajos que adelantará para evitar que esta crisis sanitaria siga afectando a los samarios, contando con un espacio objetivo para informar a los ciudadanos a través de este medio de comunicación.
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