Contienen células madre que ayudan a curar enfermedades graves.
Es casi que un ritual el que muchos padres hacen con sus hijos cuando estos comienzan a cambiar sus dientes de leche, pues que estos sean recogidos por el mítico animal conocido como ‘ratón Pérez’ es una creencia ha ido de generación en generación, pero según estudio sería mejor recolectarlos por algún tiempo.
Una investigación hecha por el Centro Nacional para la Biotecnología, de Estados Unidos, citada por El Mundo, explicó que los dientes de leche contienen células madre casi puras, pues no han estado expuestos a alteraciones medioambientales.
Este tipo de células, que por su efectividad se han convertido en esenciales para curar enfermedades graves, podrían ayudar a regenerar tejidos y reparar cualquier zona del cuerpo; así que guardar esta parte sería de gran ayuda en una emergencia, aunque se desconoce su vida útil.
El centro, también informó que los dientes de leche han ayudado en tratamientos para tratar el cáncer, las fallas neuronales, estimular la regeneración ósea y hasta reparar el tejido ocular.
En el caso de las alteraciones cardiacas, las células podrían ayudar a curar los daños y prevenir ataques. Además, el informativo agregó que inyectar a la persona sus propias células es algo bueno para mejorar su salud general.
