Edson Arantes do Nascimento, conocido mundialmente como Pelé, cumple este miércoles 79 años.
No es cosa de discutir si es o no el mejor jugador de la historia: para el debate quedan sus tres Copas del Mundo, sus más de 1.000 goles como profesionales o su apodo, ‘O Rei’.
Muchos consideran el mejor jugador de la historia. Pelé tuvo que superar una infancia con muchas dificultades: su padre, también futbolista, se retiró a temprana edad por una lesión. Por ello, siempre advirtió a su hijo de que el fútbol no daba para comer.
‘O Rei’ compaginaba el fútbol con su trabajo en una fábrica de zapatos, y debuto en el Santos cuando no tenía ni 16 años. Conquistó el mundo del fútbol con las camisetas del Santos o el New York Cosmos, pero sobre todo con la elástica de Brasil.
El récord de 1.281 goles en 1.363 partidos, un reconocimiento en todo el planeta; innumerables premios, galardones y homenajes; películas y canciones inspiradas en su trayectoria y un talento único en la cancha, resumen los tres cuartos de siglo de fama y gloria de Pelé.
Fue durante el ‘Maracanazo’, como se recuerda a la “trágica” final del Mundial de 1950 en la que Brasil perdió ante Uruguay por 2-1, cuando, con tan solo ocho años, Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’ se prometió a sí mismo ser una estrella.
Pelé cuenta que su padre, también jugador de fútbol, no pudo contener las lágrimas ante la derrota que estremeció a toda una nación y el entonces chiquillo le dijo a su primogénito: “No llores papá, que yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti”.
Su inconfundible talento fue descubierto a los once años por el futbolista Waldemar de Brito, quien en 1956 lo llevó al modesto Baurú, club del interior de Sao Paulo, y lo presentó como el “niño que será el mejor jugador de fútbol del mundo”.
De Brito no estaba equivocado. Décadas más tarde, la FIFA le coronó como el mejor atleta del siglo XX.