Pese a los llamados de los comerciantes y operadores turísticos a la Essmar, el panorama continúa siendo crítico.
Santa Marta es una de las ciudades preferidas por visitantes locales e internacionales para pasar sus vacaciones. La amplia oferta turística de la capital del Magdalena la hace atractiva ante cualquier persona, sin embargo, existen situaciones que empañan la imagen de la ciudad.
Por ejemplo, el derramamiento de aguas residuales en diferentes puntos del distrito, especialmente en los sectores más concurridos por los foráneos. Este, ha sido uno de los lunares negros durante las últimas temporadas turísticas.
Uno de los puntos más críticos durante el puente festivo, fue el recién inaugurado Camellón de El Rodadero. La obra, que apenas cumplirá cuatro meses de haber sido entregada, se encuentra inundada de aguas putrefactas.
De acuerdo con información entregada por algunos comerciantes y prestadores de servicios turísticos, pese a los llamados urgentes a la Empresa de Servicios Públicos del Distrito –Essmar-, para que intervenga la problemática, esta, se hace cada vez más crítica.
“Esto se ha convertido en nuestro diario vivir. La Essmar lo único que hace es enviar camiones vactor a que mitigue el problema y no dan soluciones definitivas”, señaló un comerciante.
Esta situación, ha traído consigo graves afectaciones económicas en restaurantes, bares, hoteles y, agencias turísticas.
Por lo anterior, la comunidad hace un llamado a la Empresa de Servicios Públicos para que en la temporada turística de finales e inicio de año, se cuente con un plan de contingencia que permita evitar los derramamientos de las aguas servidas.