Problemas sanitarios, mal servicio salud, enfermedades relacionadas con la tuberculosis y el VIH, además de una superpoblación que supera el 300%; son las principales problemáticas que presenta la cárcel Rodrigo de Bastidas.
El centro de reclusión de Santa Marta, tiene capacidad para 312 personas, pero hay recluidos 1.278 hombres y 55 mujeres para un total 1.333 teniendo hacinamiento en 1.021, es decir, en un 327%.
Según ha dicho en varias ocasiones, Nayara Vargas, defensora del Pueblo en el Magdalena, el panorama al interior de la cárcel como “crítico”.
Para la agencia del Ministerio Público son múltiples las falencias que se registran y delegó a un equipo de la regional para que se apersone y haga seguimiento a cada una de las quejas planteadas por los internos durante la visita.
“Los reclusos de la cárcel de Santa Marta están pasando por una situación muy complicada”, manifestó.
Para las agencias del Ministerio Público la salud, como uno de los temas que requieren atención de manera urgente. Indicó la Defensora del Pueblo, en una visita hace meses a la cárcel, que “el servicio que se les presta a los internos es precario, al punto que actualmente uno de ellos se encuentra grave en una Unidad de Cuidados Intensivos con un cuadro de peritonitis al no tratársele la enfermedad de manera oportuna”.
Dijo que la salud es un derecho fundamental que no se le puede negar a esta población, por ello “vamos a presentar un requerimiento para que se asuman los correctivos y se les garantice un médico que valore y garantice el bienestar de las personas al interior de la cárcel”.
En la parte alimentaria, la Defensora del Pueblo, al verificar las condiciones en las que se preparan las comidas suministradas en el penal, destacó que se han atendido las exigencias de la Secretaría de Salud en el sentido de mejorar los aspectos sanitarios negativos que registraba la cocina.