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Santa Marta

Multas y sanciones para quienes no respeten precios de servicios y productos en las playas

El ‘cobro de más’ de los servicios y productos en las playas para con los turistas, es un problema de nunca acabar en Santa Marta. Sin embargo, ya se han tomado medidas para contrarrestar este abuso.

Son varios los casos en las playas de la capital del Magdalena donde se han podido evidenciar estas problemáticas, como el del turista golpeado por no querer pagar un cobro excesivo por el uso de una bicicleta acuática o el del cierre de un establecimiento de comida informal por cobrar precios muy altos y por vender comidas en mal estado.

Por eso, desde la Secretaría de Turismos de Santa Marta, se ha tomado como medida la devolución del dinero del producto o servicio para el turista y, en ocasiones particulares, multas y sanciones para el comerciante.

“Desde la Secretaría de Turismo vamos a realizar una mesa de socialización con los prestadores de servicios turísticos para formalizar una circular de precios. En el caso que estos precios no se respeten, y algún turista denuncie un cobro excesivo, se obligará al prestador del servicio a devolver el dinero al turista, y en casos particulares, se les realizará multas y sanciones”, explica Shadia Olarte, secretaria de turismo de Santa Marta.

Por su parte, Iván Calderón, director de la promotora turística Pro Rodadero, manifestó que se viene trabajando en mesas de concertación con los prestadores para brindar un mejor servicio y evitar la informalidad y la ilegalidad.

“Nosotros hablamos con los de las carpas, los que venden agua, cerveza, gaseosas, con las que hacen trenzas, con los portadores marítimos, etc., y les explicamos que ya se manejan una circular de precios y hay que respetarla porque así se evita la informalidad y la ilegalidad. Pero sobre todo, se orienta al turista”, afirma.

Finalmente, el director agrega que solo quien tenga el carnet que lo acredita como prestador formal del servicio, puede ofrecer el servicio. Y quienes no lo tengan, estarán siendo vigilados por los inspectores cívicos y policías.

 

 

 

Por: Heiner Durant

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