“De que las hay, las hay”, es el dicho que en varias ocasiones se oye repetir en algunos pueblos de Colombia para referirse a las “brujas”.
El más reciente caso de creencias y supersticiones, que dejó indignados a muchos, fue el que ocurrió en El Banco, Magdalena donde una mujer colgó a una lechuza a un árbol y le tiró piedras porque pensó que era una bruja.
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El ave, temerosa por los ataques de la mujer, terminó con las alas partidas, y al ver este fatal caso varios vecinos decidieron llamar a las autoridades ambientales y llevar al animal a un veterinario. Sin embargo, minutos después la lechuza murió.
Las autoridades le reclamaron a la agresora e hicieron un llamado a las personas para acabar con estas prácticas que están acabando con la vida de las lechuzas y búhos, especies consideradas por ciudadanos como sinónimo de “mal presagio”.
“Cuando la superstición toma algún animal como representación de lo maligno, por lo general es una mala señal para la especie dado que resulta en su caza, maltrato o matanza indiscriminada”, dijo Carlos Francisco Diazgranados, director del ente ambiental, Corpamag, a un medio regional.
Agregó que “hay que dejar de lado las supersticiones y leyendas que relacionan a los búhos y lechuzas con brujas, para proteger la integridad de estas aves”.
Cabe anotar que desde hace mucho tiempo, se cree que las lechuzas y los búhos son aves de mal presagio, asociadas a la muerte y al desastre, por lo que cuando alguna de estas sobrevuela a una persona esta debe, supuestamente, gritarle groserías para evitar que algo malo pase.
Estas percepciones han llevado al envenenamiento, destrucción del hábitat natural y aniquilación de estas especies en algunas regiones del país.
Tomado de El Universal