Noemí Sanín, ministra de comunicaciones, expidió esa orden alegando que la guerrilla sabría cuáles serían los movimientos que daría el Ejército para retomar el Palacio.
El 6 de noviembre de 1985, Colombia vivió una de las jornadas aciagas de su historia.
Ese día también se jugaba la segunda fecha los octogonales finales del fútbol colombiano con el duelo entre Millonarios y Unión Magdalena en Bogotá.
Los equipos debían jugar el partido en la noche, a pesar de que a 10 kilómetros, ocurrió una de las tragedias más grandes e importantes que vivió a raíz de la violencia.
A las 11:30 a.m. sonó la primera tanda de balazos de un grupo de guerrilleros pertenecientes al M-19 que a sangre y fuego daban el golpe inicial de lo que ellos denominaron la ‘Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre’.
El objetivo del operativo, tomarse la Corte Suprema de Justicia para así, obligar al presidente Belisario Betancur de someterse a un juicio público.
Ante lo sucedido el presidente Belisario Betancur, dio la orden a la Noemí Sanín, quien entonces era la ministra de comunicaciones, para que transmitiera el encuentro entre embajadores y bananeros por uno de los dos canales de la televisión colombiana.
De un momento a otro, toda la información que llegaba desde la tragdia se suspendió. Los medios, por mandato del Ministerio de Comunicaciones se vieron en la obligación de emitir a través del tubo catódico y de las ondas hertzianas el partido Millonarios-Unión Magdalena que se jugaba en El Campín.
Al final, Millonarios en un estadio con poca gente, derrotó 2-0 al Unión Magdalena con goles de los argentinos Juan Carlos Díaz y Juan Gilberto Funes.
En la jornada, debían jugarse los partidos: Deportivo Cali-Bucaramanga, Junior-Medellín, América-Nacional y Millonarios-Unión Magdalena.
Después de 14 partidos, América se coronó campeón del torneo local. Unión concluyó séptimo.