La distinción destaca el compromiso y la dedicación de Miguel.
Con su diploma en mano y una sonrisa que irradiaba logros, Miguel Argote Salgado se convirtió en un símbolo de inspiración para la comunidad de la Universidad del Magdalena, al haber recibido el título que lo acredita como Doctor en Ciencias de la Educación, en la última ceremonia de graduación.
Miguel Argote Salgado, un licenciado magister destacado, ha alcanzado la distinción de convertirse en el primer graduado como Doctor en Ciencias de la Educación, siendo beneficiario de la prestigiosa Becas de Excelencia Doctoral del Bicentenario, otorgada por el Gobierno Nacional.
Esta beca tiene como objetivo apoyar la formación de profesionales colombianos, como Miguel a nivel de doctorado en los mejores programas del país para la generación y transferencia de conocimiento científico de alto impacto que contribuya al desarrollo económico, social y ambiental de las regiones.
Es por esto que, desde los pasillos hasta los salones de clase, Argote se destacó por su pasión por el conocimiento y su compromiso con el cambio en el ámbito educativo. Su logro no solo es un testimonio de su propio talento, sino también un reflejo del compromiso de la Alma Mater con la excelencia académica y el desarrollo humano.
“Agradezco a la Universidad del Magdalena, a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en México que me abrió sus puertas, a los directivos del colegio Francisco de Paula Santander, a mis familiares y a todos aquellos que permitieron avanzar en este proyecto”, expresó aferrándose fuerte a su nuevo título como Doctor.
Internacionalización en la educación
Durante su trayecto académico Miguel, enriqueció su experiencia y conocimientos al realizar pasantías en la prestigiosa Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en México, donde dedicó tres meses a sumergirse en un ambiente académico internacional.
“En la pasantía en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla en México, fuimos acogidos por todo el cuerpo directivo (…) nos colocaron personal de apoyo y nos abrieron los espacios para conocer cómo funcionaba la universidad en la parte de química y pedagogía”, expresó.
El doctor Argote, no solo es un ejemplo de excelencia académica, sino también de superación personal y determinación. Su trayectoria inspiradora es un testimonio del poder transformador de la educación que se imparte en Unimagdalena y del impacto positivo que puede tener en la vida de las personas y en el desarrollo de una nación.