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Santa Marta

“Mi hija no me puede abrazar cuando llego a casa”: cajera ante la irresponsabilidad de los samarios

La denunciante dice sentir temor de ser contagiada debido a que muchas personas no están acatando las medidas entregadas por Gobierno nacional, departamental y Distrital.

Partidos de fútbol, reuniones en las esquinas, largas filas en los supermercados y violación del del cierre de playas, siguen dejando mal parado a los samarios durante el aislamiento obligatorio decretado por el presidente de la república Iván Duque, para evitar la propagación del coronavirus en todo el territorio colombiano.

En las últimas horas, una cajera de tiendas Olímpica, quien pidió no revelar su identidad para no verse afectada en su sitio de trabajo, reveló ante esta casa periodística que muchos ciudadanos, en la capital del Magdalena, no están acatando el llamado de las autoridades para prevenir la propagación del COVID-19 en la ciudad.

“Mi indignación es con las personas que no han querido tomar conciencia al peligro que se exponen y nos exponen a nosotros los cajeros de los supermercados ya que no guardan la distancia que se le pide como medida para prevenir el coronavirus”, expuso la denunciante.

La mujer, que a diario tiene que salir de casa, dejar a su pequeña hija de 6 años al cuidado de su padre y demás familiares, también mostró su preocupación por las personas de la tercera edad que aún se observan deambulando por las calles y haciendo compras en los abastecimiento de alimentos.

“Esto es preocupante, a cualquier hora del día vemos a ciudadanos de la tercera edad y mujeres en estado de embarazo haciendo mercados. En la mayoría de supermercados exiten unos horarios especiales para ellos, no se porque no los acatan”, añadió la cajera, quien pidió no revelar su identidad.

Según la denunciante, luego de terminar su jornada laboral y al llegar a su hogar, su pequeña hija y nadie de su núcleo familiar la puede abrazar o saludar, pues dice que prefiere prevenir un posible contagio de coronavirus y decide correr al baño a desinfectarse.

“Tengo una niña de 6 años a la que no le permito que corra a saludarme apenas llego por temor que contraiga el virus que anda acabando con muchas personas alrededor del mundo. Por eso debo entrar primero al baño y luego desinfectar todo lo que toco, lo hago porque soy consciente de que soy inmune y cada día debo cumplir con mi deber de ir a trabajar”, finalizó la mujer.

Ante esta lamentable situación, todos los cajeros que a diarios salen a cumplir con su rutina de trabajo, hacen un llamado en especial a las autoridades para que pongan mano firme y hagan cumplir las medidas que previenen la el contagio y la propagación del COVID-19.

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