El presunto responsable fue linchado hasta causarle la muerte.
Un aberrante caso de violación se registró en la mañana de este martes en el municipio de Cáchira y El Playón, Norte de Santander, donde Karina Blanco Durán, una joven de 16 años, abusada y posteriormente asesinada.
“La niña fue abusada y la apuñalaron en el pecho, en un brazo y el mentón, solo era una niña que iba a estudiar y por culpa de un desadaptado hoy está muerta”, le dijo un socorrista a Noticias Caracol.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, la joven fue encontrada sin vida en el río Cáchira y, por la fotografía que había enviado minutos antes a su familia, la comunidad logró identificar al posible responsable de este hecho.
Sin pensarlo dos veces, los residentes del sector lo lincharon hasta causarle la muerte.
Según el alcalde de El Playón, Wilmer Barrios Cote, el agresor habría llegado en meses pasados a zona rural de su municipio, proveniente del extranjero, para trabajar por días en las fincas de la región. “Tenía 55 años y desde hace algunos días venía acosando a la niña”.
La Policía Nacional se trasladó a la finca donde laboraba el sujeto y lo capturó. Los uniformados lo trasladaron hasta la estación municipal pero la turba intentó hacer una asonada.
En ese momento los oficiales subieron al hombre a un vehículo particular para hacer el traslado a un lugar más seguro pero en el camino les atravesaron un camión: “La comunidad agredió a los policías y al presunto abusador hasta que le causaron heridas graves”, puntualizó el oficial Martínez.
“Rechazo de una forma contundente los hechos de violencia contra una menor de edad que se dieron en el corregimiento de la Vega. Nos unimos al dolor de los padres de familia que están viviendo hoy una tragedia dentro de sus hogares”, fue el comentario del alcalde Barrios Cote.
El cuerpo de la joven fue llevado hasta Medicina Legal de Bucaramanga. Mientras tanto, en su institución educativa, San Francisco de Asís, le realizan varios homenajes y el municipio de El Playón se reunirá en una manifestación para rechazar el hecho.