El presidente Gustavo Petro respondió con ironía tras ser incluido junto a su familia en la llamada “lista Clinton” de Estados Unidos, asegurando que se trata de una represalia por su política de paz y no por vínculos con el narcotráfico.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó este viernes su rechazo frente a su reciente inclusión, junto a su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior Armando Benedetti, en la llamada “lista Clinton” del gobierno de los Estados Unidos, una medida que implica sanciones financieras y restricciones para realizar transacciones con entidades estadounidenses.
Petro afirmó que la inclusión en la lista oficialmente denominada lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) no responde a hechos concretos de narcotráfico sino a su iniciativa de diálogo con grupos armados y a la compra del software espía Pegasus, que, según él, se utilizó para interceptar comunicaciones en Colombia con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
“Se me acusa … como si ese intento de evitar más violencia en Colombia fuera una alianza con el narcotráfico … lo único que puedo decir es que este Gobierno intenta es hacer una alianza con la paz, para que los colombianos dejen de matarse entre sí”.
“Me burlo del castigo, aún podrían buscar … con la CIA, con la DEA, para meterlo … en una cárcel, y aun así si eso llegara a pasar las fuerzas democráticas no me dejarían solo”.
Por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos confirmó que la inclusión de Petro, Alcocer, Nicolás Petro y Benedetti en la OFAC se debe a supuestas vinculaciones con actividades ilícitas como narcotráfico, y precisó que la medida puede implicar el congelamiento de activos, la prohibición de realizar transacciones con empresas o entidades estadounidenses y la exclusión del sistema financiero internacional.
La situación ha generado tensión entre Bogotá y Washington, pues el Gobierno de Petro considera que la medida afecta la soberanía nacional y pone en tela de juicio sus esfuerzos por la paz y la seguridad. Las implicaciones políticas y diplomáticas de esta inclusión aún están por verse, así como la reacción del Congreso colombiano y los sectores de oposición.


