Una fiesta privada en zona rural de Puerto Colombia terminó en tragedia cuando cuatro sicarios abrieron fuego indiscriminadamente. Entre las víctimas fatales se encuentra la reconocida DJ Maciel Gómez. Las autoridades investigan una posible guerra entre estructuras criminales por el control de eventos y territorios en el Atlántico.
Lo que comenzó como una celebración privada en la finca Eco House Villa de Olvega, ubicada en la zona rural de Puerto Colombia, terminó convertido en un escenario de horror. Cuatro hombres armados llegaron en dos motocicletas y dispararon de forma indiscriminada contra los asistentes a la fiesta, dejando un saldo de tres personas muertas y nueve más heridas.
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Las víctimas fatales: disparos certeros, muerte instantánea
Los sicarios, encapuchados y fuertemente armados, irrumpieron sin previo aviso. El ataque dejó sin vida a Luis Alfredo Vergara Julio, de 25 años, quien recibió impactos de bala en el cuello y rostro; Ronald José Alarcón, de 19 años, impactado tres veces en la cabeza; y Maciel Karina Gómez, de 25 años, comunicadora social y reconocida DJ, quien murió tras recibir varios impactos.

Los nueve heridos fueron trasladados a la Clínica Portoazul, donde permanecen bajo observación. Se trata de Iván Suárez Delgado, herido en el flanco derecho con salida lumbar; Michell Andrea Mercado Escaffi, con impacto en la pierna derecha; Dayana Montaña Merlano, lesionada en la axila izquierda; Valeria Castro, con herida abdominal; Kevin De Jesús Montero Pugliese, afectado en el brazo izquierdo; Juseth Jafeth Cure De Ávila, herida en el antebrazo izquierdo; Raúl Alberto Henao Farías, con lesión en el fémur derecho; Angelina Rojas Barrios, herida en el tórax posterior; y Gabriel Eduardo Mejía Chávez, con impacto en la mano derecha.
¿Crimen selectivo? Una DJ asesinada y un mensaje previo
Entre las víctimas mortales estaba Maciel Gómez, una figura de alto perfil en la escena de música electrónica del Atlántico. Según fuentes locales, era hermana de Aleja Gómez, reconocida organizadora de eventos, cuyo nombre apareció en un panfleto amenazante firmado por Zair Guette, líder de una de las estructuras criminales que operan en la región.
El panfleto fue difundido a comienzos de este año y contenía advertencias directas contra empresarios y promotores del mundo nocturno, señalados por supuestos nexos con redes criminales en disputa.

“Sigue la guerra que empezó con los Vega Daza”
Mensajes que circulan en redes sociales y que también hacen parte del análisis de inteligencia policial, apuntan a una vendetta entre oficinas de cobro, donde estarían implicados miembros de la estructura Vega Daza, enfrentados con otro poderoso clan guajiro. El hecho, según las autoridades, estaría relacionado con el control del negocio criminal alrededor de fiestas electrónicas y de otras economías ilegales en el Atlántico.
Versiones preliminares recogidas por investigadores dan cuenta de que el ataque habría sido ejecutado por mercenarios contratados por narcotraficantes de alto nivel, con presuntos vínculos con el Clan del Golfo. La operación fue meticulosamente planeada, con uso de fusiles AR-15, y ejecutada con precisión.
La elección de las víctimas, el poder de fuego y la forma del ataque revelan un ajuste de cuentas que va mucho más allá de una disputa local. Se trata, al parecer, de una ofensiva estructurada en el marco de una guerra por el poder territorial, económico y social de los negocios ilícitos del Caribe colombiano.
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La Policía Metropolitana de Barranquilla, junto con la Fiscalía y organismos de inteligencia, adelantan las investigaciones para esclarecer los móviles del crimen y determinar si fue un atentado selectivo. Hasta ahora no se han reportado capturas, pero se mantienen varias líneas abiertas de análisis.
Las autoridades no descartan que este ataque sea solo el comienzo de una nueva escalada de violencia entre estructuras criminales por el dominio total del Atlántico.
