Estas indemnizaciones representan una medida de reparación económica destinada a fortalecer y reparar a las víctimas afectadas en el marco del conflicto armado.
Durante la última semana, la Unidad para las Víctimas en el Magdalena llevó a cabo la entrega de indemnizaciones a 718 víctimas por un monto que supera los 12.561 millones de pesos. Estas indemnizaciones representan una de las medidas de reparación económica a las que tienen derecho todas las víctimas del conflicto armado en Colombia.
En dicha jornada, tanto los magdalenenses como los colombianos y colombianas residentes en el departamento tuvieron la oportunidad de conocer la amplia oferta de reparación integral proporcionada por la Unidad para las Víctimas, así como las medidas de reparación ofrecidas por otras entidades que forman parte del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a Víctimas (Snariv). Estas medidas abarcan un conjunto de enfoques destinados a abordar las diversas necesidades de las víctimas.
De igual forma, los asistentes a este evento recibieron información crucial sobre la ruta de atención psicosocial que corresponde a la medida de rehabilitación. Esto tiene como objetivo facilitar el acceso a estrategias de recuperación emocional, tanto a nivel individual como colectivo.
La Unidad para las Víctimas busca mantener a las víctimas informadas acerca de las atenciones disponibles en sus municipios, veredas y corregimientos, particularmente en áreas donde grupos considerables de víctimas no han accedido a estas medidas debido al desconocimiento de sus derechos. Además, se busca analizar los daños causados en el contexto del conflicto y promover un proceso de sanación conjunto que permita avanzar hacia una vida digna en sus territorios, con garantías de no repetición.
Audes Jiménez González, Directora Territorial del Magdalena, destacó la importancia de estas acciones y señaló “en el Magdalena seguimos avanzando, las indemnizaciones son una de las medidas en el marco de la reparación integral, y la Unidad para las Víctimas tiene una serie de estrategias que nos están permitiendo acercarnos a las víctimas de manera individual y colectiva; tenemos como meta acercarnos al mayor número de víctimas, especialmente en las zonas rurales.”
Además de las indemnizaciones, se les brindó asesoría práctica para el uso adecuado de los recursos, orientando a las víctimas en la inversión en estudios, materialización de ideas de negocio, mejoramiento de viviendas y el fortalecimiento de prácticas económicas ancestrales, como la pesca, tejidos, agricultura y turismo. Estas medidas buscan garantizar la estabilidad económica y la consolidación de proyectos de vida.
María Isabella Vargas, una de las víctimas indemnizadas, contó su experiencia: “Los hechos ocurrieron en Palmor, Sierra Nevada de Santa Marta hace 44 años. Allá asesinaron a mi esposo y me desplacé con mis hijos. Hoy estoy muy feliz, porque sané todo mi dolor, todo se lo dejé a Dios. Nunca en mi vida había tenido tanto dinero. Soy una señora de 74 años y vivo en un cerro, y ahora quiero vivir en una casita en zona plana para que no me toque subir escaleras.”
Es importante destacar que estas indemnizaciones representan una medida de reparación económica destinada a fortalecer y reparar a las víctimas afectadas en el marco del conflicto armado, abordando hechos victimizantes como el abandono, despojo de tierras, amenazas, violencia sexual, desaparición forzada, desplazamiento forzado, homicidio, minas antipersonales, secuestro, tortura, reclutamiento forzado, confinamiento, entre otros.
