La comunidad advierte que la falta de señalización genera un peligro para los transeúntes, especialmente los niños que salen a jugar por el sector.
Molestos se encuentran los habitantes de la calle 9A en el barrio Chimila, después de que empleados de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta, ESSMAR, llegará al sector a revisar un control de agua.
La comunidad denuncia que hace 12 días los funcionarios habrían llegado al lugar a arreglar la tubería de agua, pero dejaron unos huecos y escombros que ahora representan un peligro para los moradores.
Además, señalan que en el lugar no hay anuncio de ‘paso restringido’ que advierta a los residentes de la presencia del hueco, especialmente a los niños que salen a jugar o correr por el sector.
El llamado que hace la comunidad es que la Empresa ESSMAR, se acerque al barrio y termine la obra que empezó para evitar accidentes.