Las mujeres expresaron su dolor e impotencia al no detectar las alertas tempranas que los niños daban ante el abuso por parte de Freddy Castellanos.
Ya han pasado casi diez días desde que el país conoció del caso de abuso sexual contra 12 menores en un jardín infantil del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, ubicado en el barrio Villa Javier, de la localidad de San Cristóbal, Bogotá.
Dos semanas después, varias madres de las victimas rompieron su silencio y contaron al periodista Rafael Poveda en su videopódcast ‘Más allá del silencio’, el estado psicológico en que se encuentran los menores y como les ha cambiado la vida desde lo sucedido.
Uno de estos testimonios fue el de Paula Narváez, quien recordó como el pasado 31 de marzo, su hijo fue recogido del jardín infantil por su hermano mayor, tras haber pasado el día indispuesto. Posteriormente, el menor le confesó que “el profesor Freddy” lo había tocado. Narváez relató que días después su hijo comenzó a presentar problemas estomacales severos y mostró actitudes de temor cuando ella intentaba ayudarlo. “Me decía: ‘No me vas a lastimar, mami’”, expresó.
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Entretanto, Katherine López, otra de las madres, relató al periodista que gracias a mensajes en redes sociales, se pudo enterar de los abusos del profesor, recordando que su hija lloraba constantemente y se negaba a regresar al lugar, aunque en un principio no entendía la razón. Tras insistir con preguntas, la niña le confesó que “el profe daba besos, muchos besos”. López expresó su dolor y culpa al recordar cómo su hija intentaba manifestar su incomodidad sin ser comprendida.
El hecho que fue denunciado por las madres de los niños el pasado 7 de mayo, generando gran conmoción en todo el país, hoy tiene tras las rejas a Freddy Castellanos, quien pese a no haber aceptado los cargos, un juez le dictó medida privativa de libertad en la cárcel Modelo de Bogotá mientras avanza el caso en el que se le acusa por los delitos de acceso carnal abusivo y actos sexuales con menor de 14 años agravado.
