En un total misterio por parte de las autoridades se convierten las muertes de los reclusos en la cárcel Rodrigo de Bastidas de Santa Marta. A varios casos en los que al fin, nunca se termina conociendo nada, se le suma el de Orlando César Caballero Montalvo.
Caballero Montalvo fue el recluso que falleció en horas de la madrugada de este jueves en la unidad de urgencias de la clínica El Prado,a donde fue enviados desde la cárcel Rodrigo de Bastidas donde cumplía una condena.
El recluso de 43 años, quién cumplía una condena por los delitos de tráfico, fabricación o porte ilegal de armas de fuego y municiones, y extorsión, al parecer estaba vomitando sangre y según su familia la atención prestada en el centro carcelario fue tardía.
HAY OTRAS MUERTES
En marzo del presente año, familiares de Luis Mario Gutiérrez Viera, denunciaron que su ser querido había muerto en extrañas circunstancias y que presentaba signos de golpes en diferentes partes de su cuerpo.
La esposa y la madre del joven habían denunciado en diversas ocasiones que habían recibido llamadas desde el mismo penal que advertían que a su familiar lo habían asesinado al interior de la cárcel a punta de golpes.
Sin embargo esa versión nunca fue confirmada por parte de las autoridades, que dejaron todo en una investigación. Según familiares de Luis Mario, “es la hora y no dicen nada”.
“A nosotros nos llamaron en la madrugada a decirnos que a Luis Mario lo habían bajado del patio inconsciente, fuimos a la cárcel y no nos dijeron nada; al rato fue que se nos acercaron y dijeron que lo sentían mucho, que había amanecido muerto en el patio”, dijo la esposa en una entrevista hecha a uno de los periodistas de SANTA MARTA AL DÍA.
EN LA CÁRCEL NO HAY ATENCIÓN MÉDICA
Orlando Caballero, padre del nuevo reo fallecido, manifestó que su hijo, venía requiriendo la atención médica y nunca le fue prestada como correspondía.
“El me manifestó que sentía unos dolores, pero allá en la cárcel nunca le prestaron atención, en ese lugar hay demasiados virus, las condiciones no son las mejores y lo dejaron hasta casi morir, para poder trasladarlo”, precisó.
“Mi hijo estaba vomitando sangre y mal, y esperaron que estuviera casi muerto, por eso cuando ya llegó a la clínica El Prado ya no pudieron hacer nada por él. Le exigimos a las autoridades investigar su muerte y que esto no quede así, hoy fue mi hijo, mañana puede ser otro de los que pagan condenas”, reiteró el padre Orlando César Caballero Montalvo.
LA DEFENSORÍA
Sin el servicio básico de salud, en condiciones de hacinamiento y otras complejas condiciones viven los reclusos de la cárcel Rodrigo de Bastidas de Santa Marta.
Así lo constató la Defensoría del Pueblo a través de una brigada de atención en la que 31 funcionarios, escucharon las calamidades por las que pasan los tristes inquilinos de los patios.
Además del hacinamiento que ya es un problema de público conocimiento en la ciudad, los funcionarios del ente defensor conocieron otras necesidades que presentan hombres y mujeres en el penal.
Nayara Vargas, defensora del pueblo en el Magdalena, describió el panorama al interior de la cárcel como crítico, precisó que son múltiples las falencias que se registran y delegó a un equipo de la regional para que se apersone y haga seguimiento a cada una de las quejas planteadas por los internos durante la visita.
“Los reclusos de la cárcel de Santa Marta están pasando por una situación muy complicada”, detalló la funcionaria, quien lideró la toma en el establecimiento carcelario donde más de 31 funcionarios de la Defensoría recorrieron la totalidad de los pabellones.