En Cartagena, líderes de la Región Caribe expusieron sus puntos de vista ante la violencia que se vive en el territorio.
Desde inicios del año, en la región Caribe, líderes y lideresas sociales, así como comunidades enteras donde residen, han sido víctimas de atentados criminales, amenazas y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales que operan en estos territorios. Esta situación ha generado temor y desplazamientos.
Por ello, el proceso de diálogo que lidera Ruta del Cimarronaje, un espacio que conforman más de 200 dirigentes sociales del Caribe, y que trabaja en alianza con la Comisión de la Verdad, reunió en Cartagena a cerca de 20 líderes para analizar la situación que se vive en los territorios y adoptar medidas conjuntas que garanticen el derecho a la vida, a la expresión y al liderazgo social.
Algunos, como una dirigente del corregimiento de El Salado, Carmen de Bolívar, en los Montes de María, y quien prefirió no revelar su identidad por razones de seguridad, dijo que “hemos sentido que el sueño de la paz se nos desvanece”, en alusión a la serie de amenazas y agresiones recibidas.
Sostuvo que la persecución y amenazas contra defensores de los derechos humanos se está dando en todo los Montes de María y que, si bien antes solo se presentaba en la parte alta de la montaña, ahora, por ejemplo, “hay presencia de grupos armados en la zona media y la zona baja de El Carmen de Bolívar”.
Aseguró que ya han salido, por seguridad, varios habitantes de El Salado para otros territorios y añadió que preocupa que se produzcan desplazamientos masivos, como en el pasado.
“Aunque la situación no mejora, sabemos que no estamos solos y que podremos blindarnos los unos a los otros y generar estrategias ya sea con organizaciones internacionales o ante la Comisión de Derechos Humanos para trazar planes que garanticen la protección de la dirigencia en los territorios”, dijo.
Arnold Gómez Anaya, líder de San Onofre, Sucre, dijo que “nos están sepultando la paz por la que tanto trabajamos”. Y propuso que se haga visible la situación por la que están atravesando
Aseguró que la dirigencia social del Caribe, a través de la Ruta del Cimarronaje, se propone construir, con la institucionalidad, no contra ella, espacios “en que todos quepamos”.
El líder sostuvo que solo teniendo paz en el corazón se puede hacer la paz en el territorio y dijo que las sociedades civiles con las entidades gubernamentales deben trabajar articuladamente y que es hora de sonar las alarmas.
Por su parte Marly Molina, lideresa del Magdalena, dijo que es necesario visibilizar lo que está pasando con los líderes y lideresas de la región.
“Es importante articular toda la problemática frente a las garantías del derecho a la vida, a la integridad y libertad y, en especial, al ejercicio del liderazgo, porque de no hacerlo es un atentado contra la democracia”, dijo.
Y agregó: “La región vive hechos de repetición de la violencia, que pensábamos que se estaban superando, pero que se han recrudecido en los últimos meses, y lo que buscamos es fortalecer la articulación de los territorios para hacer incidencia ante los entes gubernamentales y garantizar la seguridad frente a la vida, la expresión, movilidad y liderazgo”.
Finalmente líderes y lideresas pidieron mayor apoyo de las autoridades en los territorios, para que no se sigan presentando hechos de violencia que se creían superados.