El nuevo pontífice, Robert Prevost, tiene 69 años y es estadounidense. Nació en Chicago, de padres de origen francés y español, ha pasado gran parte de su vida en Perú, donde fue obispo.
Tras poco más de una hora de la fumata blanca que anunciaba la elección, el cardenal protodiácono francés Dominique Mamberti reveló el nombre del nuevo Sumo Pontífice: el cardenal estadounidense Robert Prevost, quien ha elegido el nombre de León XIV.
La designación del cardenal Prevost tomó por sorpresa a muchos, ya que su nombre no figuraba entre los principales “papables” que sonaban con más fuerza en los días previos. Las expectativas se centraban en figuras como Parolin y Tagle.
Primer pontífice nacido en Norteamérica
La elección del cardenal estadounidense Robert Prevost como el nuevo papa León XIV marca un momento trascendental en la historia de la Iglesia Católica. Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, Prevost se convierte en el primer pontífice originario de Norteamérica.
Este hito simboliza una significativa apertura geográfica y cultural para el Vaticano, reflejando la creciente importancia del catolicismo en el continente americano.
Conocido por su enfoque pastoral, su profunda formación teológica y su vasta experiencia internacional, el papa León XIV representa una figura que busca el equilibrio entre la tradición y la renovación dentro de la Iglesia.
Agustino y misionero
Antes de ascender al papado, Prevost desempeñó un papel crucial como prefecto del Dicasterio para los Obispos, una posición de gran influencia en la curia romana. Desde allí, bajo el pontificado de Francisco, tuvo una participación clave en el nombramiento de obispos, destacándose por su promoción de perfiles pastorales cercanos a las comunidades, especialmente en América Latina y África.
Su estrecha relación con el papa Francisco, quien lo nombró obispo en Perú y posteriormente lo trajo a Roma, sugiere una posible continuidad en muchas de las reformas impulsadas en la última década, con énfasis en la sinodalidad, la ecología integral y la atención prioritaria a los más necesitados.

El papa León XIV ingresó a la Orden de San Agustín en 1977 y fue ordenado sacerdote en 1982. Su sólida base académica incluye estudios de teología en Roma y un doctorado en derecho canónico de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica.
Su trayectoria ha estado profundamente marcada por su experiencia misionera en el norte de Perú durante casi dos décadas, donde sirvió como obispo de Chiclayo. Allí, se ganó el aprecio de sus fieles por su cercanía, humildad y defensa de los derechos humanos en contextos de pobreza y exclusión.
A sus casi 70 años, el papa León XIV asume el liderazgo de una Iglesia que enfrenta múltiples desafíos a nivel global, incluyendo la disminución de la práctica religiosa en Europa, tensiones doctrinales internas, los persistentes escándalos de abusos y el avance del secularismo. Al mismo tiempo, hereda una Iglesia dinámica y en crecimiento en África, Asia y América Latina, regiones con las que tiene una conexión especial.
Con un estilo reflexivo y sobrio, el nuevo papa ha indicado que su pontificado buscará construir puentes entre generaciones, culturas y diferentes perspectivas teológicas. Su elección, aunque inesperada para algunos, ha sido recibida positivamente por quienes anhelaban un líder que combine experiencia pastoral con una visión global.
Si bien la dirección doctrinal específica de su pontificado aún no se conoce en detalle, todo apunta a que buscará avanzar en el proceso sinodal, fortalecer la lucha contra los abusos y renovar el compromiso de la Iglesia con la justicia social y la fraternidad universal.
