Consumo, producción, distribución, comercialización y expendio de marihuana recreativa.
El senador Gustavo Bolívar radicó un proyecto de ley que crea un marco normativo para regular el consumo, producción, distribución, comercialización y expendio de marihuana recreativa.
La iniciativa busca “brindar productos de mayor calidad, reducir los riesgos de los consumidores y productores, terminar la inseguridad que rodea este negocio y acabar el microtráfico en las ciudades de Colombia”, según un comunicado del equipo de Bolívar, que forma parte de la izquierdista Lista de la Decencia.
Además, aspira a abrirle paso al modelo de regulación, usando como modelo los formatos que ya hay en Holanda, Estados Unidos, Canadá y Portugal donde existen los llamados “Coffe Shops” de marihuana recreativa.
También buscan generar todo un marco normativo en el que, incluso, se crearía el Instituto Colombiano para la Regulación de Cannabis (Icoreca).
El Icoreca sería “una entidad adscrita al Ministerio de Salud y tendría a su cargo la implementación de la política nacional relativa a la importación, exportación, producción, almacenamiento, comercialización y uso del cannabis recreativo para adultos”, agregó la información.
En caso de ser aprobado el proyecto de ley, los medios legales para acceder a la marihuana serían dispensarios de cannabis, clubes sin ánimo de lucro, sitios web del Gobierno y los demás que creen los entes territoriales.
El consumo sería exclusivo para mayores de edad y quien venda a un menor incurrirá en las sanciones penales ya establecidas.
Tras radicar la propuesta, Bolívar afirmó que “hoy es un día histórico para el país porque con este proyecto de ley presentamos un nuevo modelo para tratar la política de drogas en Colombia”.
La iniciativa también quiere fijar un impuesto al cannabis para uso adulto y “el 50 % de los recursos derivados tendrán una destinación específica para garantizar la implementación y diseño de estrategias para prevenir el consumo”.
En Colombia el cannabis se legalizó a finales de 2015 para uso medicinal, con la posibilidad de licencias para la posesión de semillas, así como para establecer cultivos.
En julio de 2016 el Gobierno expidió los decretos que regulan la evaluación y el seguimiento a las licencias que otorga en el uso de semillas para siembra y el cultivo de plantas de cannabis psicoactivo y no psicoactivo.