El cabildo samario nuevamente se trastea de sede, esta vez bajo argumentos de la falta de condiciones locativas para el desarrollo laboral.
Carlos Elías Robles, presidente del concejo, ha indicado que para el próximo ciclo de sesiones ordinarias, la corporación edilicia ya contará con una nueva sede, que una vez más está sometida a términos de arriendo porque la duma local no tiene un sitio propio para reunirse.
El nuevo escenario de debates será el antiguo edificio de Coomeva, en la carrera 5 con 26, unas locaciones más amplias y modernas, lo cual motivó a la elección del sitio. Robles precisó que la actual sede no cuenta con los requerimientos arquitectónicos para el buen funcionamiento de la naturaleza de la corporación.
“Donde estamos sesionando hoy no hace parte del inventario propio del Concejo, son instalaciones alquilada y creemos que no cumple con las condiciones necesarias, no solo para las sesiones plenarias sino también para el equipo administrativo. Debemos tener condiciones mucho más dignas y eso fue lo que hicimos, buscar un lugar que técnicamente cuente con calidad”, indicó Robles.
Tal aseveración a simple vista parece no dejar bien parqueado a sus predecesores en la presidencia, Jaime Linero Ladino y Jorge Yesid Ospino, quienes durante el periodo 2018 – 2019 fungieron como cabeza del cabildo y presuntamente obviaron lo que técnicamente no ha estado bien, lo que indica que el concejo funcionó lejos de la correcta condiciones técnicas y laborales.
“No podría decir qué opinión tenía la mesa anterior, yo creo que esta decisión obedece a un concepto propio. Yo he venido trabajando con el Ministerio del Trabajo y conozco la normatividad laboral”, aseguró el actual Presidente.
Otros argumentos que sustentas la decisión del cambio lugar es la falta de condiciones para la atención a la comunidad, esto simbolizado en la carencia de rampas para discapacitados; mientras que la nueva sede hay ascensores y parqueaderos propios para concejales y visitantes.
Además de los gastos mensuales que generará este recinto, se han hecho inversiones previas como el acondicionamiento tecnológico para los debates y la compra de nuevos inmobiliarios. “Estamos en conversación con la alcaldesa Virna Johnson para dejar un proyecto en el que figure la compra de una sede propia para el Concejo y evitar así los cánones de arrendamientos”, concluyó Robles.
“YO GESTIONÉ UN CAMBIO DE SEDE, PERO NO SE PUDO PORQUE HABÍA UN CONTRATO VIGENTE”: JAIME LINERO
El concejal del Partido ASI asegura que durante su instancia al frente de la Presidencia fue reiterativo en la obligación de cambiar de sitio, pues, las instalaciones contratadas no cumplían con el lleno de requisitos para la atención al ciudadano, concordando con lo expresado por Robles.
“En los archivos del Concejo hay constancia de que Jaime Linero solicitó en varias oportunidades a la administración distrital reubicarnos en otra sede, porque no se cumplía con un tema que fue motivo de tutela, la falta de acceso para discapacitados. Se pasaron los oficios que envió el sector vulnerado, pero como el contrato estaba firmado a 1 año, la Alcaldía optó por mantener los estipulado”, justificó Linero Ladino.
El cabildante manifestó que además de los factores de accesibilidad se desprende una serie de irregularidades del lugar que evocaban a su inapropiado funcionamiento, “temas de electricidad, problemas en los baños y en los aires. Todo eso se lo di a conocer a la administración”.
En la cadena de encargos y acciones, Jorge Yesid Ospino Herrera fue quien dio su concepto de hacer el cambio de oficinas, pasando de la calle 13 con carrera 2(Lotería del Libertador), hacia la calle 26A número 12-110.
EL SALÓN DE EVENTOS QUE PASÓ A SER RECINTO DEL CONCEJO
A la llegada de Ospino a la presidencia del Concejo Distrital (2018), se ordena la reubicación de la corporación. El sitio alquilado en el que funcionaba el salón de eventos ‘Antares’, presuntamente, es de propiedad de una persona cercana al concejal Jorge Yesid, aseveración desacreditada por el mismo edil.
La inseguridad del sitio, la incomodidad del lugar y lo costoso del inquilinato, serían las causales por las que se decidió la mudanza en aquel entonces. “Se encontraban unos focos de atracos por la tarde; es cierto también que ‘Antares’ era más económico; acá obviamente teníamos más espacios para las oficinas con suficientes parqueaderos”, precisó Ospino.
El Concejal reconoció que no se tuvo en cuenta el acceso a las personas con discapacidad, puesto que esta era una iniciativa que quedó en proyectos y que nunca se pudo realizar por parte de la Alcaldía.
El aspecto de valores, que justificó el cambio de sede, no era de pleno conocimiento de Ospino quien había precisado que este nuevo contrato sería más económico que el otro, pero que ignoraba por cuánto estaba. “Este rubro como tal lo maneja directamente la alcaldía, nosotros no nos metemos en eso. Ellos obviamente nos preguntaron, les dimos las observaciones y luego decidieron”, aseguró.
Por último, Ospino quiso acotar que “se debe descartar que nosotros podamos proponer a personas para la adjudicación de contratos. Yo no tengo nada que ver con la personas dueña del inmobiliario. Como concejales solo hacemos recomendaciones técnicas”.
En la antigua sede de Coomeva también funcionarán otras dependencias del gobierno. En un contrato previo al traslado del edificio de la Lotería del Libertador, se había firmado una cuantía de $141 millones 368 mil 735 pesos, por 5 meses, que divido daría por cuota mensual $28 millones 273 mil 747 pesos.
Dada esta suma, la contratación de ‘Antares’ no puede estar por encima de ese orden.