Las protestas sociales llegaron este miércoles al centro comercial Costanera Center, la puerta de entrada al distrito financiero y las zonas acomodadas de Santiago, hasta ahora indemnes de las manifestaciones que sacuden Chile.
A dos semanas y media del estallido, cientos de personas -en su mayoría jóvenes- llegaron hasta el centro comercial, el más grande de Sudamérica y con la torre más alta de la región, para protestar por reformas sociales y en contra del gobierno.
La policía acordonó el lugar y la administración decidió cerrar las puertas después del mediodía tras evacuar a sus trabajadores. Locales comerciales aledaños resguardaron con madera y latones sus vitrinas y se vivía un ambiente de tensión en el barrio de Providencia, un sector comercial de clase media alta, a pocas cuadras del Costanera Center.
Empleados de cafés, restaurantes y bancos estaban ansiosos por salir de esta zona antes de que se iniciaran los disturbios.
“Llegó la hora de llegar al oriente”, el este acomodado de la capital, decía una de las convocatorias anónimas difundidas en redes sociales, en la que se explicaba que era el momento “de que el empresariado sienta el descontento del pueblo” y “las clases se unan”.
La policía antimotines usó chorros de agua y gas lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que se concentraron en varios puntos alrededor del centro comercial, un ícono del progreso económico de Santiago. En algunos sectores, también se levantaron barricadas.
Por otro lado, el presidente Sebastián Piñera aseguró que no tiene “nada que ocultar” frente a las denuncias de excesos policiales que se han multiplicado en estas semanas.