Los afectados aseguraron que no volverán de vacaciones a Santa Marta.
Tras dos largos años de la pandemia por el Covid-19, familias colombianas se vieron obligadas a aplazar distintos viajes que tenían programados por sus parientes. En esta ocasión lo que debió terminar como una bonita experiencia para 26 turistas bogotanos culminó como un trago amargo.
El pasado 20 de mayo en el importante balneario turístico de El Rodadero se registró una violenta pelea a puños y patadas con prestadores de servicios de El Rodadero.
“Este viaje fue una pesadilla”, aseguró una de las femeninas afectadas, quien por su seguridad no quiso entregar su identidad. En medio de su relato, la mujer contó que ella y sus familiares no solo fueron agredidos físicamente, sino también robados y humillados.
“Hicimos un reclamo justo, porque no nos querían devolver 40 mil pesos que nos tenían pendientes. De ahí empezaron a atacarnos no solamente los lancheros, sino también vendedores. Como pudimos nos defendimos, pero eran muchos los que nos cayeron al tiempo”, puntualizó la víctima.
De acuerdo con el testimonio de la turista, al menos cinco de ellos resultaron con heridas de gravedad en sus rostros y en distintas partes del cuerpo. Asimismo, contó que se quedaron sin dinero, toda vez que varias de sus pertenencias fueron robadas en medio de la gresca.
“A mi esposo le robaron una cadena de oro, a mi otro compañero el celular, nos robaron los zapatos, a mi compañera la despojaron de sus cosas”, dijo la bogotana.
La turista también dejó en evidencia su inconformismo con la Policía de Turismo, teniendo en cuenta que al momento de acudir a la institución no hubo una respuesta favorable.
“Lo que dijeron fue que teníamos que volver a la escena donde había sucedido el caso, y lógicamente no lo íbamos a hacer porque terminamos muy atemorizados”, agregó la visitante.
Por su parte, el grupo de bogotanos envió un mensaje a las autoridades locales de investigar las causas reales de la riña y sancionar a los responsables.
“Los lancheros son los más usureros y son gavilleros. Todos se unen para pegarle a la gente y a cobrar lo que ellos quieran”, puntualizó la mujer.
Aunque, los bogotanos no se despidieron de la mejor manera de Santa Marta, indicaron quedar encantados con las paradisiacas playas del Distrito. Sin embargo, anunciaron no volver a la ciudad de vacaciones.