Unos lloran por la muerte de parientes y otros se aferran a Dios, clamando que los sane pronto.
“Ey, ey, frena; por favor, ayúdame, llévame hasta el hospital”, “Ay Dios mío”, “Lánzate al agua, dónde está mi hermano”, expresiones como estas fueron las que se escucharon segundos después de que un grupo de habitantes del corregimiento de Tasajera resultaran quemados en medio de un incendio de un camión cisterna.
El trágico accidente ha causado consternación y tristeza, hoy, más de 49 familias se arrodillan ante Dios, clamándole que sane y mejore la salud de sus parientes y todos los ciudadanos que resultaron con quemaduras de 1, 2 y 3 grado.
A las afueras del hospital San Cristóbal de Ciénaga, Julio Méndez Barreneche en Santa Marta, clínica Mar Caribe y Bahía, solo se escuchan a padres, hermanos y tíos preocupados por el estado de salud que presentan sus familiares, algunos necesitan atención en centros asistenciales de mayor nivel.
Manuel Samper, desplazado por la violencia, vive este lamentable momento, con lágrimas en sus ojos, contó ante el lente de SANTA MARTA AL DÍA que tiene a tres parientes en estado crítico por las quemaduras que sufrieron durante la explosión del camión cisterna.
“Yo me enteré de esto porque vi cuando llevaban a mi hermano en una camioneta todo quemado. Aquí en Ciénaga me tuve que enojar para que me contarán a donde habían llevado a mis familiares”, afirmó.
Samper agrega que “tengo a uno aquí en el hospital San Cristóbal en coma y los otros dos en Santa Marta y Barranquilla. La salud de mis familiares la veo mal, pero Dios es el único que tiene la última palabra”.
Según Manuel, su hermano llegó hasta el lugar donde ocurrieron los hechos cuando se dirigía a pescar, pues asegura que pasaba en el momento que estalló el camión y las llamas lo alcanzaron.
“La mayoría de los quemados son pescadores, porque mi hermano iba a pescar, él pesca allá. Mi hermano pasaba cuando el carro explota y el fuego en medio de la gasolina lo alcanza”, enfatizó.
FAMILIAS EXIGEN INFORMACIÓN DE SUS PARIENTES Y AYUDAS
A las afueras del hospital San Cristóbal de Ciénaga la comunidad residente en Tasajera clama por ayudas y la información oportuna de sus familiares afectados.
La tensión aumentó en el momento que el personal médico y uniformados de la Policía Nacional afirmaban que ciertas personas no estaban allí recluidas y habían sido remitidas a centros asistenciales de Santa Marta, Barranquilla y Valledupar.
“No sé si mi hija ha comido o no, ya estoy cansada. Cómo van a estar jugando con la salud de uno, cómo van a trasladar a una persona sin ningún familiar. Nos mandaron para Santa Marta y no nos dicen nada”, afirmó una mujer en medio de la desesperación por saber de la salud de su familiar.
Asimismo, estos ciudadanos de bajos recursos afirman que “no tenemos dinero para estar transportándonos de una ciudad a otra. La Gobernación, Alcaldía y Gobierno nacional deben brindarnos una ayuda pronto”.