Unión había pasado por encima de Quindío, Nacional y Santa Fe en su grupo; ya final estaría entre Junior y Millonarios.
El entrenador santanderano dirigió al Unión Magdalena en 1989 y estuvo a tan solo un punto de estar en la final. La violencia no lo dejó celebrar.
“Declarar cancelado el campeonato de fútbol de 1989”, dijo Alex Gorayeb, presidente de la Dimayor en 1989, luego del asesinato del árbitro, Álvaro Ortega. Ese año el fútbol colombiano estaba viviendo un gran momento.
Nacional había conseguido la primera Copa Libertadores para el país y la Selección Colombia regresaba a un Mundial, tras 28 años de ausencia. El narcotráfico hizo borrar lo bueno en un instante y declarar el fútbol en luto.
La nómina de Unión era: Carlos Leonel Trucco, Orlando ‘El Animal’ Rojas, Ceferino Peña, Luis Norberto ‘El Huevo’ Gil, Roberto Granados, Hamir Carabalí, Jorge Ramoa, Teddy Orozco, Felipe Nery Franco, Justino Sinisterra, Melquisedec Navarro.
El 15 de noviembre de 1989 en un partido entre Medellín y América de Cali, equipos que ya estaban eliminados y sin opción de llegar a la final empataron 0-0, pero el hecho fue cuando faltando dos minutos un jugador del DIM hizo una ‘chalaca’ e invalidó el gol por falta peligrosa.