Lo que debía ser una noche mágica plasmada de risas, alegrías y anécdotas tras el reencuentro de Lina Tatiana Pardo Martínez con sus amistades del colegio, cambió para siempre su vida.
Esa noche, donde aquella mujer sonriente se preparaba para recordar viejos tiempos vividos en la escuela, no se imaginaría que llegase a quedar postrada en una cama con una operación en la cabeza, una traqueotomía y un sin número de sondas gástricas. No le daban esperanzas de vida.
Todo inició, cuando eran las 10:00 de la noche, o tal vez las 09:00, hacía mucho frío, muchísimo. Pero a pesar de esto, para Lina el clima estaba perfecto para salir a divertirse, pues en la ciudad estaba lloviendo muy seguido.
Era Domingo 19 de septiembre de 2021 en Santa Marta, Magdalena. Lina ya se dirigía para el lugar, salió de su vivienda ubicada en el barrio Altos de San Jorge, en la vía que comunica hacia el corregimiento de Taganga.
Con las mejores expectativas. Ella estaba perfecta, se colocó su mejor vestido, se arregló el cabello y maquilló su bello rostro, simplemente se veía hermosa, más radiante de lo usual.
Todo procedió de maravillas. Lina disfrutó cada canción, bailó y cantó hasta retirarse del sitio a eso de las 3:30 de la madrugada del 20 de septiembre. Su único error fue haber iniciado una conversación a través de su dispositivo móvil con su excompañero sentimental, un hombre cegado por los celos y rencor.
En medio del chat, ella quedó de verse con él, con el fin de que la llevase de regreso a su hogar a descansar, luego de haber departido con sus amigos. Pero esto no fue así.
El hombre se encontraba lleno de furia y a través de notas de voz la insultaba y la amenazó: “Hey, tú crees que soy payaso tuyo Tatiana. Aquí en ‘Stankomodos’ no estás porque yo estoy acá afuera. Sal Tatiana, hazme el favor. Hey Tatiana, dime en serio dónde estás, dónde te encuentre, te pego una cachetada”, fueron las palabras que usó Hussein Mejía.
Finalmente, los jóvenes se encontraron y Lina se montó en elvehículo de dos ruedas donde iniciaría su calvario. En medio de insultos y alegatos, el hombre detuvo su motocicleta, comenzó una discusión verbal con Lina, donde la luna fue la única testigo de lo sucedido.
La acalorada discusión subió de tono y el hombre tomó la fatal decisión de sacar un arma de fuego tipo traumática de la pretina de su pantalón y le propinó a la mujer tres ‘cachazos’ de seguido en su cabeza, dejándola inconsciente. Desesperado por la acción la llevó hasta su casa.
Al llegar, los familiares de Lina la recibieron inconsciente, adolorida y con contusiones en la cabeza. En ese momento el que era su exnovio, lo único que explicó fue que Lina por una discusión que tuvo con él, en un momento de enojo y sin saber qué hacer, se lanzó del vehículo en movimiento.
Sus parientes al verla malherida en el acto la trasladaron a un centro médico para que la atendieran de inmediatez y pudiesen explicar qué fue lo que realmente sucedió. Luego de un sinnúmero de exámenes médicos, Lina presentaba contusiones en la parte trasera del cráneo, le habían hecho un disparo en sus pies con un arma traumática. Los médicos afirmaban que ella no se iba a salvar, no tenía muchas posibilidades de vivir.
Esta mujer se encontraba luchando entre la vida y la muerte, los especialistas no les daban ilusión a sus familiares debido a que los dictámenes decían que la joven, iba a quedar prácticamente en estado vegetal y que solamente iba a poder mover sus ojos. Debido a esto solo tenía un 10% esperanzas.
Pese a todo pronóstico, Lina sobrevivió para contar su milagro, por más de tres meses estuvo recluida en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en la clínica Bahía, tras haber pasado varios y angustiosas semanas en la camade un hospital y siendo sometida a diversas cirugías de las cuales hoy continúa recuperándose; Tatiana logró salir con vida.
Han sido 6 meses en los que Pardo Martínez lucha día con día para superarse y tener una mejor vida, ya que después de ser una persona totalmente dependiente de sí, hoy día sus familiares tienen que ayudarla hasta para ir al baño.
Pero únicamente con el hecho de sobrevivir para contar su historia, está mujer se siente afortunada. Ante tantas versiones encontradas por lo sucedido, la protagonista de la historia pudo dar a conocer lo que realmente pasó y continúa en la búsqueda de que se haga justicia. “Él me pegó tres veces con la pistola en la cabeza”, fueron las únicas palabras que pudo pronunciar la femenina en medio de sus dificultades al hablar.
Del hombre que tiempo atrás le profesaba amor y que resultó convirtiéndose en su verdugo, se conoce que sigue en las calles como si nada hubiese pasado.
Por: Karoll Torres C.