El trágico hallazgo ocurrió en una vivienda del norte de Barranquilla, donde las autoridades encontraron sin vida a dos adultos mayores, identificados como profesionales del sector salud, quienes habrían sido víctimas de un hurto violento.
En un hecho que ha conmocionado a la capital del Atlántico, un médico pensionado y su esposa enfermera fueron asesinados en medio de un violento robo ocurrido dentro de su residencia, ubicada en el exclusivo sector de Altos de Riomar, norte de Barranquilla.
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Las víctimas fueron identificadas como Roberto Vásquez Camargo, de 88 años, y su esposa Porfiria Isabel Escorcia Villalba, de 80, ambos profesionales retirados del sector salud, quienes según los primeros reportes habrían sido golpeados con objetos contundentes, lo que les provocó la muerte.
Autoridades investigan posibles responsables
El lamentable hallazgo fue realizado por un sobrino de la pareja, quien, preocupado por la falta de comunicación con ellos durante todo el día, decidió acercarse a la casa. Al ingresar, encontró el lugar completamente revuelto y a sus familiares sin signos vitales dentro de una de las habitaciones.

Una fuente de la Policía Metropolitana de Barranquilla indicó que la escena presentaba indicios de forcejeo, y los agentes de la Sijín ya están analizando los videos de las cámaras de seguridad del sector para establecer la identidad de los presuntos responsables.
Reconocido legado en el campo de la salud
Roberto Vásquez, según colegas como el médico infectólogo Jesús Tapia García, fue pionero en la atención a pacientes con VIH en la región Caribe durante los años más difíciles de esta pandemia, enfrentando los estigmas y liderando procesos médicos en el antiguo Seguro Social.
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“Roberto era un referente. Atendía a quienes nadie quería tocar por miedo. Ayudó a romper barreras y salvar muchas vidas”, recordó Tapia, lamentando profundamente la partida del médico y su esposa, también enfermera de profesión.
La pareja había llegado recientemente desde Estados Unidos, donde residía parte del tiempo, y llevaba apenas dos días en la ciudad al momento de su trágica muerte.
