El antropólogo aseguró que las personas que están clamando la presencia paramilitar no vivieron la época de horror que estos grupos produjeron.
Con la salida del corrido prohibido que anuncia la llegada de un nuevo jefe paramilitar a la Sierra Nevada de Santa Marta, paradójicamente algunos ciudadanos han manifestado por redes sociales su beneplácito por su arribo al territorio, e incluso, le han dado la bienvenida al “nuevo jefe”.
En una publicación realizada por Santa Marta Al Día aplaudieron la llegada de ‘Patiliso’, un hombre que fue referenciado hace unos años en el cartel de los delincuentes más peligrosos de esta zona del país, señalado de pertenecer al grupo delincuencial ‘Los Pachenca’.
Esta actitud de un grupo de ciudadanos, según el antropólogo Lerber Dimas, se debe a que posiblemente no vivieron la época paramilitar en el Magdalena y no conocen el daño que le causaron estos grupos al margen de la ley al territorio.
Para refrescar la memoria, solo en Nueva Venecia, un pueblo palafito del Magdalena, un comando paramilitar asesinó a 39 personas el 22 de noviembre del 2000 por presuntamente ser colaboradores del ELN.
“Es como si la gente olvidara todo el daño que hizo el paramilitarismo en la Sierra Nevada de Santa Marta, todas las vidas que se llevó por delante y todos los mecanismos que impuso en toda la población”, dijo Lerber Dimas a Santa Marta Al Día.
Ante la ola de inseguridad que vive Santa Marta, donde los homicidios y atracos están a la orden del día, la ciudadanía parece estar desesperada por seguridad y orden, por lo que parece recibirla de dónde venga.
“Los que están haciendo esos comentarios tal vez no son conscientes de lo que están diciendo, porque creen que allí hay una solución cuando realmente sería un problema mayor que el paramilitarismo venga a generar un tema de seguridad contra los delitos de alto impacto”, aseguró Dimas.
Para el antropólogo se debe fortalecer la programación de seguridad, debido a que se le ha dado espacio para que la delincuencia haga de las suyas, debido a la reacción tardía de las autoridades.
“En Santa Marta matan en cualquier parte y no pasa nada. También se meten a robar en cualquier parte y no pasa nada. Eso quiere decir que hay una debilidad en los sistemas de cuadrantes, en la llegada de los policías, no hay una reacción rápida ante el delito que está ocurriendo”, puntualizó Dimas.