Con angustia en su voz, Zulma relató los momentos de pánico que vivió en la tarde de este lunes, cuando las quebradas arruinaron su sustento para vivir.
La ciudad de Santa Marta vivió este 30 de agosto uno de los aguaceros más grandes que han caído en el año. Según el reporte de las autoridades, son más de 5 mil las familias que resultaron afectadas por las precipitaciones.
El corregimiento de Taganga fue uno de los más afectados, donde por medio de videos a través de redes sociales, se observó la fuerza de la naturaleza, que trataba de arrebatarle a muchos comerciantes del sector lo que por años han trabajado.
Este es el caso de la señora Zulma, una mujer que se aferró primero a Dios, y luego a una de las mesas de su negocio, para no ser arrastrada por la corriente de las dos quebradas que se crecieron y arrasaron con todo a su paso.
“La quebrada se desbordó y fue la que provocó la avalancha, y yo quedé entre las sillas y las mesas con el agua hasta el cuello”, indicó.
Zulma, manifiesta que el afluente le arrebató sillas, mesas, neveras y hasta los alimentos que vende en su restaurante de razón social ‘ Mama Zulma’, atendido hace más de 40 años por su propietaria.
“Las quebradas no tienen por donde salir, están haciendo construcciones y mire lo que pasó, afectó a un poco de casas también”, manifiesta la mujer.
Al llegar a su vivienda, luego de quedarse hasta altas horas de la noche tratando de rescatar lo que podía, se encontró con que el techo de la misma se había caído, por lo que tuvo que pasar la noche en la casa de una de sus hijas.
“Le doy gracias a Dios, porque tengo vida y a las personas que me ayudaron recuperar lo que la fuerza del agua se me quería llevar, pero le digo a las autoridades que canalicen las quebradas”, puntualizó.
Hasta el momento las autoridades no tienen la cifra exacta de las familias afectadas en Taganga, pero preliminarmente se habla de más de 30 viviendas.