La educación empieza por casa, dice un conocido refrán y esta afirmación tiene un poco de verdad en el comportamiento que las personas demuestran fuera del hogar. En el caso de los niños, la escuela es el espacio donde se puede visualizar lo aprendido en casa.
A veces dar clases se vuelve una tarea compleja para los docentes debido a la indisciplina de los niños o a que simplemente no comprenden las reglas que se deben seguir en una institución. Es por ello que el trabajo de educar debe ser en conjunto entre la familia y la escuela.
Una reconocida docente, identificada como Liliana González, quien ha ofrecido charlas a millones de padres de familia, dice que “partiendo de la idea que educar no es un trabajo sólo de la escuela, es un trabajo entre todos: medios de comunicación, funcionarios, familia, todos los miembros de la comunidad estamos educando, todos somos referentes para los chicos. La familia tiene que educar para que la escuela pueda enseñar y a veces llegan chicos a la escuela no educados desde la familia, sin hábitos, sin la noción de respeto, sin disciplina, sin saber convivir con el semejante”.
“en la escuela se viven situaciones complejas cuando los chicos tienen problemas de conducta, chicos que muerden, gritan, que son violentos, que no escuchan al compañero. Lo que se trata es volver a situar la educación como un trabajo entre todos, fundamentalmente es el trabajo de la familia y una vez que la familia elige la escuela, tiene que seguir acompañando a la escuela y ésta hará todo lo que pueda para complementar la función de la familia”, recalcó.
Con información de: Planeta Corrientes