La Alcaldesa cuestionó la doble moral asumida por algunos habitantes del corregimiento que se quejan por la utilización humanitaria del hotel Benjamín.
La Alcaldesa, Virna Johnson, realizó un enérgico pronunciamiento frente a la posición que ha adoptado parte de la comunidad de Taganga al negarse a que el Hotel Benjamín sea usado como albergue para habitantes en situación de calle.
La mandataria en entrevista exclusiva a Santa Marta Al Día, aclaró este tema sobre las características que tendrán las personas que llegarán a ocupar este inmueble que perteneció al israelí Assi Moosh.
En primera instancia, Johnson rechazó lo que definió como una “falta de solidaridad de los tagangueros hacia la situación de emergencia que se vive en la ciudad por el Covid-19”.
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Frente a esta clara oposición la alcaldesa también reprochó la doble moral ostentada por vecinos del sector, pues, en décadas pasadas cuando este era un templo de la droga y la prostitución nadie dijo nada.
En segunda instancia, ante el reclamo de la comunidad que precisa falta de socialización de los fines del sitio, la gobernante aclaró que en más de una ocasión su Secretario de Promoción Social hizo presencia en el lugar. Además especificó que las personas socorridas son todas aquellas que viven del día a día y cuya actividad informal se ha visto afectada por la parálisis económica, y que por ende no tienen como pagar un lugar para dormir.
“Nosotros no somos irresponsables como para meter cualquier personas en el Benjamín sin los más mínimos cuidados ¿Cómo es posible que cuando ese hotel se utilizaba para otras cosas ahí nadie salía a decir nada y todo el mundo estaba feliz?”, insistió la Alcaldesa.
El inmueble de Moosh, ‘el demonio de Taganga’, fue confiscado por la justicia nacional al descubrirse que su dueño lideraba, presuntamente, una red de prostitución con menores de edad y afines al narcotráfico.
Virna Johnson indicó que no se detendrá el proyecto de adecuación del lugar como centro de ayuda humanitaria y espera que la solidaridad toque el corazón del pueblo de pescadores para que el proceso surta sus efectos, ya que la pandemia no da espera.