En los últimos 3 años Santa Marta ha sido epicentro de reiteradas intervenciones.
Con la toma de la Superintendencia Nacional de Servicios Públicos a la empresa operadora del acueducto, alcantarillado y alumbrado público del Distrito, la Essmar, simpatizantes y militantes del movimiento Fuerza Ciudadana protagonizaron un fuerte enfrentamiento con agentes del Esmad de la Policía, que terminó en daños en la sede de la entidad intervenida. Gases lacrimógenos y bombas aturdidoras, todo un escenario de verdadera contienda, donde hasta contratistas de la misma entidad participaron vandalizando la sede donde laboran.
Y es fácil de entender cómo la misma institucionalidad con el discurso de siempre produjo estos desmanes y caldeó los ánimos durante todo el día lunes, dado que le estaban quitando el fortín de una empresa donde colocaron a Patricia Caicedo, hermana del gobernador, para que fuera visible y así configurar su campaña electoral con miras a la alcaldía 2024.
Es como cuando 2 niños juegan y uno le quita la pelota al otro, es normal que a quien despojan utilice hasta los dientes para recuperar lo suyo, es decir, esta reacción pueril que se vio ayer es el resultado del juguete que le quitaron a Fuerza Ciudadana.
En los últimos 3 años Santa Marta ha sido epicentro de reiteradas intervenciones, por eso el gobernador Carlos Caicedo dice que este es un proceder “politiquero del duque-uribismo contra un gobierno progresista” que ya tenía, según, la solicitud definitiva para el abastecimiento de agua potable.
En 2019 fue la toma de la ESE Alejandro Prospero Reverend; en 2020, a 40 días de asumir el Hospital Julio Méndez Barrenche un gerente puesto por Caicedo, la Supersalud les quita la autoridad y desencadena aquel recordado choque del mandatario departamental con Fabio Aristizábal, superintendente de salud; y en 2021 la Superservicios les daña la fiesta pre-electoral con la posesión de la Essmar, ¡Un trago amargo!
Pero ¿Por qué es intervenida la Empresa de Servicios Públicos del Distrito? Antes de cualquier apreciación es loable aclarar que la Essmar nace a la vida jurídica a través del decreto 282 del 18 de noviembre de 2016 como reemplazo de la antigua ESPA, pero es el 18 de abril de 2019 cuando asume la operación como prestador de los servicios de acueducto y alcantarillado, fecha en la que además empezó a ser acompañada y vigilada por la Superservicios, o sea, que desde el parto las cosas no pintaban bien.
La resolución por la cual se ordena la toma de posesión de la Essmar, firmada por Natasha Avendaño, la nueva verduga para los caicedistas, señala que la Superservicios evidenció incumplimientos normativos de carácter reiterativos que, ponen en riesgo la prestación de los servicios de acueducto y alcantarillado, enmarcados en:
1. Incumplimientos en los indicadores de continuidad, calidad de agua, aspectos comerciales y financieros: La ciudad tiene una cobertura actual de acueducto del 81% y de alcantarillado del 72%, y presenta pérdidas exorbitantes, o sea, entre el agua captada y la tratada se escapa entre el 7.8% y el 55.44%, y del agua total distribuida se pierde del 60%, por encima del 30% que es el establecido por la CRA, lo cual favoreció para que a mayo de 2021 7 sectores de la ciudad tuvieran continuidad inferior a 18 horas por día, 2 de ellos incluso por debajo de 10 horas por día.
2. Incumplimientos en las muestras de vigilancia de calidad de agua, de los valores máximos permitidos en los parámetros físico-químicos, cuyos parámetros incumplidos determinan un índice de riesgo por encima del 5%, concluyendo que el líquido de la Essmar no es apta para el consumo humano (227 muestras recogidas entre septiembre –diciembre de 2019 y octubre – diciembre de 2020).
3. Reducción de ingresos en un 46%.
4. Costos y gastos con recursos comprometidos que, comparado con los ingresos de la vigencia 2019, generaron un déficit anual de $21.718 millones: Según la Superservicios la Essmar incurrió en una incorrecta inclusión de los criterios de la fórmula tarifaria, dice observar desfases frente a la proyección del recaudo y el incremento tarifario que adoptó en enero de 2020, junio de 2021 y que realizaría en febrero de 2022, y de continuar así la empresa arrastraría un déficit de caja acumulado de $36.285 millones hasta el 2029.
5. Incumplimiento a las obligaciones adquiridas ante la DIAN, gobernación, alcaldía, lo que ocasionó costos asumidos y no reconocidos asociados a sanciones por no pago de $7.600 millones, siendo el valor total de las obligaciones fiscales de $19.789 millones.
6. Los costos y gastos anuales de la operación de la vigencia 2020 para acueducto y alcantarillado sumaron $67.642 millones y la facturación fue de $53.939 millones, lo cual generó un déficit de $13.703 millones.
Son en total 10 causales que motivan esta intervención, sin embargo, la instancia nacional resalta 2 razones de la toma, las causales 59.1 y 59.7 de la Ley 142 de 1994, enfatizando que la Essmar no cumple con la continuidad del servicio ni con la presión del mismo; y eso, que se les escapó los rebosamientos de aguas residuales que solo en 2020 fueron reportados 10.430, sin contar la emergencia reciente en el centro histórico.
El gobierno de la ciudad deberá afilar las cuchillas para que jurídicamente los jueces le amparen sus derechos y además enfilar toda la artillería para que las aves de rapiña que andan sobrevolando el plano electoral no saquen provecho de la burocracia de esta empresa y capitalicen votos en el 2022. En 2 meses se sabrá por cuánto tiempo se prolonga esta intervención.
