La joven le contó a los médicos que hombres malos le hicieron daño. La familia de Jair Lara insiste en que tiene pruebas de su inocencia y que la mujer tiene problemas de la mentales.
Maryuri Franco Blanco, la joven que viajó desde Cúcuta a Santa Marta para casarse con un hombre que conoció por internet, habló de supuestas situaciones que vivió y que le habrían causado traumas físicos y psicológicos.
Las declaraciones se las entregó a los médicos de una clínica en Santa Marta, a donde fue llevada por sus familiares.
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Según El Tiempo, en una entrevista que concedió la joven de 22 años cuando fue atendida en un centro médico de la capital del Magdalena, la mujer se percibe temerosa y prevenida, al final accede a contestar los interrogantes hechos por el galeno de turno.
Maryury Franco logra tomar confianza y, aunque no quiso entregar detalles específicos de lo que lo que pasó en el tiempo que vivió con Jaír Lara Posada en Santa Marta y el corregimiento de Angostura (Magdalena), sí expresó que las lesiones que presenta en la parte bucal no son autoinflingidas y que otras personas le ocasionaron maltrato.
“Recuerda que en algún momento alguien oprimió su cuello fuertemente y habían hombres malos que le hicieron daño”, señala la epicrisis.
No obstante, a este episodio que la afectó, la mujer prefirió no relatar hechos específicos para evitar problemas a sus familiares. Lo que sí deja claro es que no quiere regresar con su marido, sino que sus deseos son los de marcharse a su ciudad de origen a continuar con su vida.
El médico manifiesta tras la valoración que la paciente no requiere manejo por psiquiatría, pero sí un acompañamiento psicológico debido al maltrato al que fue sometida.
En cuanto al examen físico, se evidenciaron hematomas en la boca y las mejillas, eritema en glúteos y la zona pélvica y otras patologías que habrían sido causadas por golpes. Igualmente presenta un flujo color verde que requiere estudios más profundos para determinar las causas.
Los familiares de Maryuri Franco, basados en este reporte, denunciaron a Jaír Lara de abuso sexual, acceso carnal violento agravado en concurso por personas y lesiones personales.
Las hermanas de la joven aseguran además que el esposo, para esconder lo que realmente sucedió, pretendía hacer creer que Maryuri estaba con problemas psiquiátricos y la recluyeron en un hospital mental.
Piden a las autoridades que investiguen y hagan responder al hombre por lo que supuestamente tuvo al borde de la muerte a la mujer y que le traerá secuelas el resto de su vida.
La defensa de la familia del esposo
A pesar de este reporte médico, la familia de Jaír insiste en su inocencia y afirma que tienen otras declaraciones médicas en las que Maryury se contradice en su versión, lo que supuestamente confirmaría que padece de una enfermedad psicológica.
“Tenemos nuestras pruebas para defender a Jaír. Todo ese material se encuentra en manos del abogado y en su momento se conocerán para demostrar que a mi cuñada le dimos todos los cuidados y que fue una crisis de la cabeza la que está sufriendo”, dijo Shaday Lara, hermana de Jaír.
La familiar insiste en que desde el 29 de octubre que la cucuteña comenzó a mostrar los trastornos en su comportamiento, inmediatamente se comunicaron con su familia para que supieran lo que le venía sucediendo.
“Ella al ingresar a la clínica le preguntaron que si tenía antecedentes de familiares con trastornos y dijo que tenía una tía con trastorno afectivo bipolar”, añade Shaday.
Por el momento, Jaír Lara asevera estar tranquilo porque de lo único que es responsable es de haberse enamorado de Maryuri y espera que pronto se recupere para que cuente la verdad de lo que pasó.
“Fuimos una pareja ejemplar, que nos profesamos amor mutuo y eso lo mostraba tanto ella como yo en las redes sociales y en la vida real, donde nuestros amigos lo percibían y nos felicitaban por la bonita relación. Nunca le haría daño”, expresa Jaír Lara, quien no pierde la fe de que esta “pesadilla” termine y pueda reencontrarse con el amor de su vida.
De acuerdo a la versión de los allegados al esposo, cerca de seis meses todo marchó muy bien hasta el mes de octubre cuando Maryuri cambió en su comportamiento.
“La empezamos a notar ansiosa, una serie de comportamientos extraños. Comenzó a decir que veía cosas, que la estaban persiguiendo, que la atacaban. Lloraba mucho, aseguraba que le pegaba un olor a tabaco y en la casa somos cristianos, ninguno fuma”, puntualiza Jaír en su versión.