La autoridad eclesiástica advirtió que la participación de los fieles en misas o actos litúrgicos dirigidos por el sacerdote implica consentir y respaldar su actitud desobediente.
La disputa entre la Diócesis de Santa Marta y el padre Hernando ‘Fajid’ Álvarez Yacub continúa intensificándose, luego de un nuevo comunicado emitido el 15 de diciembre. En el pronunciamiento, la Diócesis reafirma que todas las celebraciones oficiadas por el sacerdote son ilícitas, ya que desde abril de 2024, Álvarez Yacub fue suspendido canónicamente, lo que le prohíbe realizar actos litúrgicos o sacramentales.
La Diócesis explicó que la suspensión fue consecuencia de la “desobediencia y actitud rebelde” del sacerdote, quien, a pesar de la prohibición, sigue celebrando misas y llevando a cabo otros actos propios de su vocación sacerdotal. En su comunicado, la Diócesis también advirtió que la participación de los fieles en estas celebraciones implica respaldar esa actitud de desobediencia, lo cual, según la autoridad eclesiástica, afecta la unidad de la Iglesia.
Además, se hizo un llamado a la comunidad para que se abstuviera de asistir a actividades organizadas por Álvarez Yacub, y recordó que la Fundación Juan Pablo Segundo, creada por la misma Diócesis, es la única entidad autorizada para gestionar el Cementerio San Miguel, un foco central de la controversia.
Este conflicto, originado por la administración del Cementerio San Miguel, ha generado tensiones tanto dentro de la Iglesia como en el ámbito legal. Por su parte, el padre Fajid ha expresado en varias ocasiones su rechazo a las decisiones de la Diócesis y ha afirmado que continuará celebrando misas mientras no exista una orden judicial que se lo impida.