En 1983, Junior y América igualaron a 19 puntos en la última fecha del octogonal final, sin embargo los escarlatas se quedaron con la estrella por contar con una bonificación de 0,75 puntos obtenida previamente por sus buenos resultados en el torneo. En la última fecha los rojiblancos hubiesen salido campeón de no haber sido por conceder un empate como local ante Atlético Nacional.
Diez años más tarde, ambos equipos protagonizaron una de las definiciones de la liga más emotivas y recordadas por los aficionados de Junior. El 18 de diciembre de 1993 y con el estadio Metropolitano a reventar de aficionados, el triunfo parcial americano 0-1 ponía a los diablos rojos a ganar un nuevo título, pero los barranquilleros le dieron vuelta al marcador (2-1) y tomaban el primer lugar del cuadrangular final. Más tarde América volvió a empatar, pero con ese resultado Medellín se quedaba con la estrella por ir ganando su partido ante Nacional. Finalmente el recordado gol sobre la hora de Oswaldo Mackenzie le devolvió el campeonato al Junior.
En el torneo nivelación de 1995, Junior ganó su cuarta estrella tras terminar la competición como líder con 62 puntos, dos más que el América que salió subcampeón.
Ya en los albores del tercer milenio, la historia del 83 se repitió. El 17 de diciembre de 2000, Junior necesitaba un triunfo ante Santa Fe en el estadio El Campín para bordar la quinta estrella en su escudo. Sin embargo los tiburones solo obtuvieron un empate 1-1 y el América sí logró su victoria 2-0 para quedarse con el primer título colombiano del siglo XXI.
Tomado de Diario del Norte
