El acordeonero y rey vallenato 1991, Julián Rojas, emprendió un viaje hacia Bucaramanga, Santander, para iniciar un nuevo tratamiento de rehabilitación con el objetivo de dejar atrás su adicción a las drogas. En compañía de su hija Libertad y su amigo Álvaro Álvarez se despidió de sus familiares y agradeció el apoyo brindado las últimas semanas.
Aunque inicialmente se había rumorado que iría Cuba, el artista manifestó que decidieron que iría a Bucaramanga para estar más cerca de su familia. “Estoy muy fortalecido…voy muy motivado, lleno de mucha fe, esperanza, de emoción, de fortaleza y ¡vámonos para el tratamiento!”, expresó Julián Rojas en un video publicado en su cuenta de Instagram.
Añadió: “Aprovecho la oportunidad para decirle a aquellas personas que han hablado mal de Álvaro Álvarez, que han dicho que él se ha aprovechado de mi tratamiento para lucrarse económicamente, que están totalmente equivocados. Ojalá tuvieran el corazón tan grande como lo tiene mi padrino, que es como un padre para mí, al cual respeto y quiero mucho”, dijo.
La decisión de iniciar un nuevo tratamiento de rehabilitación surgió luego de que circulara un video del acordeonero bajo los efectos de las sustancias alucinógenas, prendiendo las alarmas entre sus familiares y amigos, quienes se unieron para ayudarlo en su lucha contra las drogas.
“ESO ES UN PARAPETO…”: FABIO ZULETA
Tras conocerse que Julián Rojas iniciaría un tratamiento en Bucaramanga, el humorista y folclorista Fabio Zuleta Díaz le pidió al acordeonero que “se devolviera” y tuviera la voluntad para dejar las drogas desde su casa, tal como él lo había hecho hace seis años. Al tiempo señaló que lo que estaba haciendo el músico era “un parapeto”.
“Eso que usted está haciendo Julián es un parapeto, ahí lo vi en un carro negro, con un poco de gente, tirando besitos, despidiéndose. ¿Sabe por qué es parapeto? Porque usted tiene años en eso, se sale, se mete… y yo le hablo porque tengo autoridad para hablar porque yo duré 45 años en el mundo del ron, del cigarrillo, del perico, de esas cosas. Tengo autoridad porque yo lo viví… ¿sabe cuál es la única forma de que una persona salga del infierno? Es primeramente pegarse de Dios y decir usted ‘ya’, mientras usted no diga ‘ya’, está haciendo el parapeto”, añadió el locutor.
Añadió que Julián Rojas debe tener el “coraje” para decir que no va a volver a consumir sustancias alucinógenas. “Si usted no va a tener coraje de decir ‘ya’ no va a hacer nada. Llega a Bucaramanga, allá lo internan, lo guardan seis meses, llega al ‘valle’ y apenas le muestran una bolsita vuelve y cae. Entonces si usted no está seguro de que no va a volver a meter eso, devuélvase”.
¿QUÉ DIJO JULIÁN ROJAS?
Tras conocer el video del humorista, Julián Rojas manifestó que aunque respetaba las opiniones de Fabio Zuleta, la ‘ayuda’ que le brindaba no le servía para nada espiritualmente. De hecho, aseguró que “lo subestimaban” y que los “las personas tenían mundos diferentes”, por lo que continuará adelante con su rehabilitación en Bucaramanga por su bienestar y el de su familia.
“He estado analizando tu comentario y respeto tu opinión porque es realista y valedera. El 70 % de mi vida o sea 35 años teniendo una fuerte adicción a las drogas y el alcohol no son un cuento de hadas ni un jardín de rosas perfumadas, dale gracias a Dios que pudiste sobreponerte a tus problemas de adicción a las drogas y el alcohol, todos los seres humanos tenemos mundos diferentes al igual que la manera de pensar”, dijo Julián Rojas.
Añadió: “Usted no conoce la profundidad espiritual o de dolor de un problema que me ha estado matando lentamente y la tristeza de mi familia. Con todo el respeto le voy a decir que cuando no se puede solo y nos encontramos en un callejón sin salida sin fuerzas y todo se convierte en una horrible pesadilla, hay que buscar ayuda cuantas veces sea necesario, abrigando la esperanza de lograr un triunfo contundente”.
Por último, finalizó diciendo que el humorista tenía razón en muchas cosas, pero erraba en otras. “No contemplo ninguna ayuda de tu parte y menos con tu manera arrogante y prepotente de expresarte con opiniones que de cierta manera son reales, pero que para mí a las puertas de un nuevo tratamiento, el cual espero sea el último, no me ayudas para nada espiritualmente, al contrario, me subestimas, me desmoralizas, pero igual voy pa’ delante con todo, porque tengo fe en Dios”, puntualizó.