Así lo expuso Jeffrey Pfeffer en su libro ‘Muriendo por un salario’, un texto muestra cómo está matando el exceso de trabajo a las personas.
El libro relata el caso de Kenji Hamada, un hombre de 42 años que murió de un ataque al corazón en su escritorio, luego de haber trabajado 40 días seguidos y 75 horas a la semana sin parar, según señala El Confidencial.
“Existe evidencia de sus efectos sobre la salud. Las largas jornadas laborales, los despidos, la falta de seguro médico, el estrés provocan una enorme inseguridad económica, conflictos familiares y enfermedades. El trabajo se ha vuelto inhumano, dijo Pfeffer durante una entrevista con BBC Mundo.
Así mismo, “En los bancos de inversión, por ejemplo, hay una práctica muy generalizada bajo la cual trabajas, vas a tu casa a darte una ducha y regresas a la oficina. Bajo ese sistema, muchos empleados se vuelven drogadictos, porque terminan consumiendo cocaína y otras drogas para mantenerse despiertos”, recalcó Pfeffer a BBC Mundo.