El escándalo ha sido tal, que hasta la Fifa, Conmebol y la vicepresidenta, se pronunciaron ante los hechos.
Las recientes determinaciones que tomaron la Federación Colombiana de Fútbol y la División Mayor del balompié nacional, han sido interpretadas como represarías por las denuncias que varias jugadoras hicieron desde hace algunos días sobre abuso y acoso dentro de varias selecciones de fútbol.
El fútbol femenino en Colombia está pasando por un momento de crisis. Hubo denuncias de abusos por parte de varias jugadoras de la selección Colombia, la Liga Profesional corre peligro de desaparecer y la candidatura al próximo mundial comienza a perder camino.
Santa Marta Al Día, dialogó con varias personas ligadas al balompié femenino para conocer su opinión sobre este espinoso tema.
Catalina Bustos Montes, jugadora y varias veces capitana del Unión Magdalena durante las temporadas 2.017 y 2.018 donde se realizó la Liga profesional, sobre la está situación.
“A nivel personal no gracias a Dios, no he sentido eso (acoso)… en Colombia todavía falta mucho apoyo, digamos que es un poco indignante el trato en muchos aspectos, pero a nivel personal no me ha pasado nada”, explicó.
Catalina, bogotana, llegó al Unión Magdalena justo cuando el equipo se mudó a Carmen de Bolívar para hacer las veces de local allá en la primera liga femenina de fútbol. Hizo parte de la preselección y desde ese entonces se quedó en la familia bananera, en la que asegura, este tipo de acosos no se registraron.
“Acoso sexual como del que están hablando ahorita no, pero obviamente se ven mucho los chistes como flojos, como la misma confianza y se presta para mal intencionar completamente los mensajes, pero como acoso laboral como tal no, tampoco ha sido conmigo, no con la parte del Unión Magdalena”, agregó.
Bustos fue enfática en cuestionar el rumbo del balompié para mujeres en el país, que ha tenido episodios amargos desde que Gabriel Camargo, propietario del Deportes Tolima, diera unas declaraciones sobre lesbianismos y alcoholismo entre las mujeres futbolistas.
“Con el fútbol femenino lo que siempre pasa, las personas hablan y empiezan hacer críticas constructivas para poder mejorar y aquí lo que pasa es que no puedes porque ya te quedas vetado… es como desmotivante… Lo que pasó ahorita, como así que tantos años intentando crear, que se lleve a cabo la liga profesional en Colombia y cuando por fin se da… No, es como un retroceso, intentamos avanzar un paso pero retrocedimos cinco”.
En misma línea, se pronunció Roció Ponce de León, la reconocida entrenadora del fútbol femenino en la ciudad, cabeza del FC Real Santa Marta e instructora de las Escuelas Populares del Deporte del Inred.
“Este es un tema de Federación pero no lo comparto por qué muchas niñas sueñan con llegar al fútbol profesional y no sería justo retroceder ya cuando había una liga femenina, estamos haciendo campañas y uniendo fuerzas en todo el país para que se recapacite y se haga una reestructuración, además el acoso sexual debe de ser castigado por la ley en caso que sea cierto”.
Para ella, los federativos están pasando facturas a las jugadoras que han dejado en alto el nombre del país en las diferentes competiciones .
“Es un tema complejo y ya polarizado. Es necesario sentar precedentes en muchos aspectos y sentidos. Pienso que ellos están es castigando a las niñas que han hablado sobre el tema de Selección todas las pruebas que tienen donde no les daban los viáticos, no les daban las comodidades como al equipo de los hombres y eso desató que ellas no se quedaran más calladas”, acotó.
El taganguero Ramón Zúñiga Manotas, técnico del Taganga RZM, líder de los procesos del fútbol femenino amateur en la ciudad, también se sumó a la voz de protesta por lo acontecido en los últimos días.
“Estamos retrocediendo, ya que tenemos que darle continuidad al fútbol profesional. Le están quitado el sueño a la jugadoras mayores como Carolina Pineda, Carmen Rodallega, Camila Quintero, Yorelis Rincón, Vanessa Córdoba entre otras. Muchas dijeron no a propuestas del exterior por esperar la liga y salen con esto… Además no solo afecta a ellas, sino a las niñas pequeñas que vienen detrás con un sueño, a los técnicos, asistentes, médicos, fisioterapeutas, utileros. El fútbol femenino deber seguir creciendo y desarrollándose con todas las garantías y en todas sus categorías”, resaltó.
Finalmente Bustos, como varias de sus compañeras de otros equipos, no ven un buen futuro, por el contrario, las opciones de salir adelante son cada vez más escasas.
“Es bastante desmotivante, no hay futuro cercano, sino un futuro lejano. La idea es que las niñas vean a esto como profesional, como un trabajo, que realmente se pueda vivir del fútbol. Hoy solo te ofrecen el salario y con eso no puedes seguir, muchas son mamás, hay un cargo de hogar, realmente es bastante desmotivante, realmente es triste todo esto que está pasando porque por hablar, por denunciar… antes, en vez de dar más, nos dieron menos”, concluyó.