Cerca de 10 personas entre niños y adultos de varias familias compuestas por migrantes venezolanos han convertido la Bahía de Santa Marta, en un campamento.
Pescadores, comunidad samaria y hasta vecinos de los hoteles que se encuentran en el Centro Histórico denuncian que, los ciudadanos venezolanos adelantan fogatas en plena playa, sin ningún tipo de acción por parte de la autoridad.
Las familias conviven con las embarcaciones de pescadores, como vecinas de sus cambuches improvisados, lo peor es que la basura, los desechos de comida y hasta el resultado de sus necesidades fisiológicas, son tiradas cerca al Camellón Rodrigo de Bastidas.
El cambuche de estas familias que por ahora son sólo 10 personas, y que podría aumentar a medida que la autoridad no actúe, está muy cerca del Puerto de Santa Marta, en el lugar de entrada y salida de tripulantes de creceros.
Mónica Sofía Pinto, vecina del sector, aseguró que “no es posible que en una ciudad turística y en plena temporada, las autoridades no controlen este tipo de actuaciones”.
Por su parte, otros piensan que “esta fue la única alternativa que encontraron estas personas”.
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