Por medio de una misiva, el exdirector de La Tramacúa hizo la petición considerando “su buena conducta”.
En el ojo del huracán se encuentra el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario –Inpec- luego de conocerse por parte del programa Los Informantes de Caracol Tv, que había solicitado la libertad condicional de Luis Alfredo Garavito.
El confeso asesino y violador de cerca de 200 niños y niñas en distintas zonas del país, cumple una condena de 40 años de cárcel, que le fue rebajada a 24.
Sin embargo, el 14 de mayo de la presente anualidad el exdirector de La Tramacúa, César Fernando Caraballo, le envió una carta un juez para solicitarle la libertad dada “su buena conducta”.
De acuerdo con el documento, la solicitud la hizo Caraballo para cumplir con las órdenes impartidas por la dirección regional Norte del Inpec.
Encima de esa comunicación, el funcionario, que fue separado de su cargo dos semanas después, adjuntó una cartilla biográfica, un certificado de conducta y una resolución expedida por el Consejo de Disciplina del centro de reclusión, que evalúa lo concerniente a la conducta del recluso.
No obstante, el juez primero de ejecución de penas y medidas de seguridad de Valledupar negó la petición, asegurando que Garavito no ha reparado a sus víctimas.
‘Un monstruo’
Garavito fue capturado el 22 de abril de 1999 por la violación y asesinado de decenas de niños y niñas alrededor de Colombia, según La Fiscalía General de la Nación es el “segundo homicida en serie del mundo”.
Todos los crímenes los cometió en menos de siete años, según la confesión que dio en 1999. Según Garavito, el primer crimen de ese tipo que cometió, fue en 1992, en Jamundí, Valle del Cauca, cuando se acercó a un niño, lo acarició y lo asesinó.
Dada la magnitud de los crímenes cometidos, causa consternación en la comunidad que se piense en dejarlo en libertad.