La vigilancia sigue en los resguardos porque, según los líderes de la etnia Wiwa, el mayor peligro por la pandemia está por venir.
Los líderes de la etnia Wiwa que habita en la Sierra Nevada de Santa Marta informaron que la totalidad de los portones de madera que construyeron para evitar el ingreso de personas que no fueran de sus comunidades y pusieran en riesgo la salud de los nativos por la pandemia, fueron abiertos en lo que tiene que ver con el territorio de La Guajira.
Julián Daza Malo le contó a El Heraldo que “eso lo hemos estado haciendo poco a poco en los sitios donde hay menos riesgo de contagio con la Covid-19, pero aún restan varios portones por abrir en Cesar”, dijo el dirigente aborigen, quien señala que no por abrir los portones no han bajado la guardia, ni disminuido la vigilancia hacia quienes ingresan. “Al primer síntoma que vemos también le hacemos aislamiento y empezamos tratamiento”.
Así mismo, señaló que están adelantando acciones preventivas como tratamiento a casos sospechosos, por parte de los que manejan el don de las plantas en la Sierra.
“Ese trabajo preventivo siempre se ha hecho y son las mismas plantas que usamos, por ejemplo, hacemos vaporización casera con plantas como el eucalipto y el vira vira se hacen baños y para tomar se usa el tusilago, la calentura vieja, la paja de limón y la hoja de naranja para hacer ‘tomas’ cuando la persona tiene problemas de respiración, pero cuando el paciente se ve mal entonces corremos a bajarlo”, dijo.
El líder Wiwa aseguró que él y el resto de la comunidad y todas las etnias de la Sierra Nevada de Santa Marta, son personas fuertes que pueden resistir enfermedades por que se han nutrido bien, pero cuando llegan esas enfermedades que no son de la comunidad hay que tener mucho cuidado y la mayoría de ellos son asintomáticos. Indicó que les ha tocado ‘bajar’ (llevar a los hospitales) a cerca de diez pacientes con problemas, pero el número de víctimas es muy bajo.
Para Julián Daza Malo, el hecho que haya ordenado la apertura de los portones, no quiere decir que el peligro pasó. “Es ahora cuando debemos estar más vigilantes con nuestra gente, por eso unos vigilan en las entradas mientras que nuestros mamos hacen el trabajo espiritual y cultural con ceremonias, la principal recomendación es que nadie baje, mientras no sea estrictamente necesario”, indicó este líder wiwa, una de las etnias más numerosa del ‘Corazón del Mundo’, como le llaman ellos a la Sierra Nevada de Santa Marta.