Menor de 11 años permaneció más de diez horas sin atención médica en el hospital Julio Méndez Barreneche, pese a sufrir dos fracturas en el brazo.
Lo que debía ser una atención médica urgente se convirtió en una angustiante espera de más de diez horas para Shaira, una niña de tan solo 11 años que sufrió dos fracturas en su brazo derecho durante una clase de educación física en su colegio ubicado en el corregimiento de Taganga.
Según la denuncia hecha por sus padres, la menor ingresó al hospital Julio Méndez Barreneche a las 10 de la mañana del martes 21 de octubre, con el brazo inmovilizado de manera improvisada, pero permaneció durante horas en una silla plástica sin recibir atención médica especializada, ni analgésicos que le ayudaran a aliviar el dolor.
“Nos dijeron que no había ortopedista y que tocaba esperar. Mi hija lloraba del dolor y nadie hacía nada”, relató su padre, visiblemente afectado.
De acuerdo con los familiares, tras insistir por una atención prioritaria para la niña, un médico se les acercó advirtiéndole que por “hacer escándalo” la menor sería atendida en el quinto turno. “Como si el dolor de mi hija fuera una capricho” expresó la madre entre lágrimas.
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La jornada se extendió hasta la noche y la policía tuvo que intervenir para calmar los ánimos ante la indignación de otros pacientes que presenciaban la situación de negligencia.
“Nos dijeron que podíamos llevarla a otra clínica, pero bajo nuestra responsabilidad. ¿Y si no la reciben? ¿Y si se complica?”, se preguntaba el padre entre el miedo y la impotencia.
El caso ha generado toda clase de rechazo en las redes sociales y abre el debate sobre las condiciones del sistema de salud en Santa Marta, donde la falta de personal médico especializado y la sobreocupación hospitalaria son el pan de cada día para las personas que requieren atención médica urgente.


